LA TEORÍA DEL CISNE NEGRO

Desde hace siglos señalado como metáfora de un evento raro, desde 2007 se ha convertido en una expresión de lo imponderable. “Cisne negro” es una metáfora que surge, cada vez con más frecuencia, en momentos de crisis. Esta expresión que ha tenido un éxito y una difusión relativamente recientes, especialmente en economía, en realidad tiene raíces antiguas y contrariamente a la creencia popular y a pesar del color oscuro, no siempre se refiere a algo malo.

El cisne negro es un acontecimiento inesperado y aislado. De hecho, imposible de predecir e incluso de imaginar. Su llegada es, por tanto, tan inquietante que cuestiona los códigos interpretativos con los que el hombre tiende a leer la realidad, es decir, la relación causa-efecto. El cisne negro, por lo tanto, trastorna las certezas y los prejuicios, remodelando los puntos de referencia de alguna manera. Se reconoce con dificultad y se explica, incluso a veces se justifica, solo en retrospectiva.

No termina en el propio evento, porque un cisne negro desencadena efectos profundos, duraderos e impredecibles. 

(Javier Aznar)

La teoría del cisne negro es algo de lo que me he enterado recientemente y me resulta algo muy curioso que explica muchas cosas y conductas en la sociedad sobre todo en la economía. Viene a decir que a veces las cosas inesperadas e impredecibles nos cambian todo el sistema de nuestra vida. Y he leído también que dos ejemplos de esto fueron el episodio de las Torres Gemelas del 11S, que tanto modificó nuetra existencia, y sobre todo la pandemia del Covid que puso patas arriba al planeta con una gran repercusión también en la cuestión económica a nivel global. Dicen que no siempre tiene que referirse a algo malo y que puede haber sucesos inesperados para bien, no lo dudo pero quizá tengan menos repercusión.

Lo de llamarlo cisne negro tiene su explicación, porque es un animal desconocido que existía en Australia pero que solo conocíamos los blancos. De hecho, la expresión «Antes verás un cisne negro que [introducir aquí cualquier fenómeno altamente improbable]» era una frase recurrente en la Edad Media para expresar algo muy raro, pero que acabó llegando. Nunca se había visto un ejemplar de cisne negro, luego se podía deducir que no existían. Era un animal mitológico.  Hasta que en el siglo XVII,  un capitán de barco holandés  se encuentra con el primer ejemplar de cisne negro en Australia. 

Así que mejor huir de esas frase hechas de que eso no pasará "hasta que las ranas crien pelo", por si acaso. Una posibilidasd remota, pero... hasta con ordenador.

Besos.