NENÚFARES

Estas plantas acuáticas con flores de gran belleza crecen en lagos, lagunas, charcas y pantanos. Sus flores son de tamaño apreciable e incluyen una amplia gama de colores según las variedades.  Fueron los antiguos egipcios la civilización que más ha venerado a los nenúfares de su apreciado río Nilo, flores a las que popularmente llamaban "lotos". Es por ello por lo que en los templos egipcios es común encontrar este motivo floral en los capiteles. 

La particularidad de abrirse de dia y cerrarse por la noche hizo que los egipcios consideraran a estas flores como un símbolo de la separación de deidades asociado a las creencias sobre la muerte y el más allá.  El papel ceremonial de estas flores está muy asociado en todo el legado cultural egipcio. Sin ir más lejos se han encontrado restos de nenúfares en la tumba de Ramsén II. Egipto, una civilización sofisticada y hedonista donde los perfumes estaban presentes en todos los ámbitos de la vida diaria, consideraba que sus dioses emanaban un olor divino. Una de las fuentes de ese magnífico olor era el Nenúfar del Nilo, que se convirtió en el símbolo del Alto Egipto vinculado a la idea de la eternidad.  El olor de este nenúfar les recordaba al jacinto, las violetas y las frutas maduras como los higos o las mandarinas. Sin duda la belleza de estas flores acuáticas no ha pasado desapercibida en la historia. Siempre es un espectáculo observarlas con la paleta de colores que regalan a nuestra vista.

(Lourdes Fernández)

Pocas plantas y flores son tan vistosas y fotografiables como los nenúfares, independientemente de lo que simbolicen respecto a la vida y a la muerte para los egipcios. Su belleza contrasta con su nacimiento pues estas flores acuáticas no dejan de crecer en aguas estancadas e insalubres, y llama la atención la idea de que la belleza pueda surgir poco menos que de la basura. Y son flores que desprenden un olor perfumado muy característico que para algunos se asemeja al del brandy. Suelen ser resistentes las plantas por tener unas raices muy largas pero las flores no suelen durar más de cinco días.

Y en el arte son preciosas. Por eso hay que mencionar  los Nenúfares  (Nymphéas) de Claude Monet  una serie de aproximadamente 250 pinturas que representan el jardín de flores en su casa en Giverny, y que fueron el foco principal de su producción artística durante los últimos treinta años de su vida, incluso cuando ya sufría de cataratas. No me extraña que le fascinaran porque ya al natural lo hacen como en esta foto, regalo de una amiga, que de puro bonita parece un cuadro. La hizo en el Jardín Botánico de Tenerife hace unos días.Ya me hubiera gustado hacerla a mí.

Besos.