NO LLORES... O SÍ

Los seres humanos poseen diferentes emociones y estados de ánimo con los que gestionar las diferentes experiencias por las que pasan a lo largo de la vida. Desde la felicidad, la ilusión o la añoranza, hasta el enfado o la rabia incontenible. Sin embargo, una de las emociones más desagradables que las personas pueden llegar a sentir es, sin duda, la tristeza. Esta puede desencadenarse por una vivencia amarga o dañina para el individuo. O tal vez porque ese día no nos encontramos especialmente motivados o convencidos.

Una de las reacciones más comunes y rotundas que puede provocar la melancolía en una persona es, claramente, llorar. El llanto que provoca el derramamiento de lágrimas por las mejillas son motivo de una mala época o experiencia que provoca en nosotros cierto desahogo. Sin embargo, esta reacción natural posee una de las curiosidades más particulares sobre el ser humano. Y es que no se puede llorar más allá de doce minutos de forma continuada. Esto se debe a que es la reacción que más energía consume en un cuerpo humano. “Yo sé que tú me dirás ‘no, yo conozco a alguien que lloró toda la noche’. Sí, pero no toda seguida. Llora por pedazos y se va autolimitando.” No obstante, llorar no solo tiene factores negativos. Cuando llegamos a esa situación, es natural sentir una sensación de alivio y bienestar al terminar. Esa sensación de desahogo viene provocada por la liberación de endorfinas.

(P. M.)

Las personas lloramos por muchos motivos, por alegría, emoción, disgustos o simplemente tristeza en general. Unos más que otros, somos más o menos llorones. Siempre se ha dicho que reprimir las lágrimas es algo nocivo porque ese sentimiento que las produce se queda dentro de nosotros y se enquista. Llorar es bueno al fin y al cabo porque es una manera de desahogarnos y produce un alivio  ya que libera las endorfinas. Esto es bien sabido. Lo que yo desconocía es que hay un tiempo de duración para el llanto ya que dicen los expertos que no se puede llorar más de doce minutos seguidos por una cuestión ya física. Pero nadie dice que no se pueda retomar el llanto con igual o mayor fuerza.

Nunca henos de avergonzarnos de nuestras lágrimas y como dice Gibran: "Debe haber algo extrañamente sagrado en la sal: está en nuestras lágrimas y en el mar". Y no digamos cuando estamos en un mar de lágrimas. 

Besos.