NO ME ACUERDO DEL NOMBRE

Recordar el nombre de personas es una habilidad esencial en la vida social y profesional. Nos ayuda a fortalecer relaciones, generar confianza y demostrar interés por los demás. Sin embargo, muchas personas tienen dificultades para retener nombres, lo que puede generar situaciones incómodas o la impresión de desinterés. Este problema, lejos de ser un simple descuido, tiene origen en la manera en que nuestro cerebro procesa la información y en la importancia que le asignamos a ciertos datos. Olvidarse del nombre de las personas es una experiencia común que a menudo genera frustración o incomodidad.

En situaciones sociales, recordar un nombre puede marcar la diferencia en la impresión que se deja en los demás, por lo que olvidarlo puede ser visto como una falta de interés o atención. Sin embargo, la psicología ha explorado este fenómeno y ha encontrado que hay diversas razones que explican este problema, que van desde la manera en que el cerebro procesa la información hasta la importancia emocional que damos a ciertos datos y es que la memoria de los nombres propios funciona de manera distinta a la de otros tipos de información. Los nombres no suelen tener una conexión lógica con la persona, lo que hace que sean más difíciles de retener en comparación con otro tipo de datos, como profesiones o características físicas.

Uno de los principales motivos por los que olvidamos nombres es la falta de repetición y asociación. Cuando conocemos a alguien nuevo, nuestro cerebro necesita hacer una conexión entre su rostro y su nombre. Si no reforzamos esa asociación, el nombre se desvanece rápidamente de nuestra memoria.Este fenómeno está relacionado con la ‘curva del olvido’, una teoría dque explica cómo la información se pierde con el tiempo si no se refuerza adecuadamente.

(Marta Burgues)

ESta mañana precisamente Eliocroca y yo hemos estado intentando recordar sin éxito el nombre de una antigua conocida mía a la que hace ya bastante que no veía y no hubo manera. Curiosamente recordábamos perfectamente cómo se llama su hermana con la que hemos tenido menos trato. Da rabia pero es algo bastante habitual, algo que los psicólogos llaman la curva del olvido. Dicen que cuando la información sobre alguien no se refuerza adecuadamente se pierde con el tiempo. Seguiremos intentándolo y prometo que cuando demos con la solución la pondré por aquí.

Otra cosa es no recordar a la persona y estar hablando con ella sin que se note. En eso mi padre era un genio. Muchas veces se lo vi hacer. No es mi caso, si no recuerdo con quien hablo le pregunto abiertamenete y es mejor. Mientras me pongo a ello os dejo con esta preciosa escultura de la Paloma de la Paz tan rodeabda de flores que casi la tapa. TGoda una metáfora de lo que debería ser.

Besos.