NOMBRES OBSOLETOS

Cada nombre tiene una historia detrás. Puede que el tuyo tenga que ver con una historia familiar, con un gusto particular de tus progenitores, o con el santoral del día. Cada final de año, se recopilan los nombres que más se han usado en los últimos meses en nuestro país. En 2023 predominaron nombres clásicos y seguro que conoces a muchas personas que se llaman de esa manera. De mujeres residentes, María Carmen sigue siendo el predominante, con 636.109. De hombres.  Antonio es el más común, con 627.738 personas. De nombres más puestos en recién nacidos, Lucía es el de niñas, y Martín el de niños. Son nombres que presuponemos que nunca se dejarán de usar, pero, ¿qué pasa con esos que han desaparecido ya? 

Ese es, nada más y nada menos que Urraca. Ese nombre de mujer que tanto se utilizaba en la Edad Media y que muchas reinas de nuestro país usaron. Sin embargo, la última persona que se llamaba así murió en el año 2015, dejando ese nombre huérfano. Desde entonces, nadie en nuestro país ha puesto ese nombre, como puedes consultar en el Instituto Nacional de Estadística. Hay otros nombres que, parece ser, también han desaparecido del mapa. Por ejemplo, Prepedigna, Sisebuto, Aprodisio, Jocasta y Canuta. Ahí están, por si estás pensando un nombre para tu hijo y quieres salirte de la línea y ser algo más original.

(Redacción Digital)

Muy curiosa la relación de nombres que existen entre los españoles. Hoy, día de San Mateo, es también el de santa Efigenia. Hoy habría sido el cumpleaños de una de mis abuelas que nació un 21 de septiembre y que se llamaba Efigenia. Nunca supe de dónde había salido ese nombre hasta que llegué a la conclusión de que le habían puesto el del santo  (santa) del día. Ella fue mi madrina y menos mal que no me lo puso pero me colocó un segundo nombre que solo aparece en mi DNI y que no pienso desvelar, pero no es tan poco habitual como el suyo. En esto funcionan mucho las modas y la etapa de poner a los niños, sobre todo a las niñas, nombres de heroínas de telenovelas ya pasó a la historia aunque habrán tenido que cargar con ellos toda la vida. Ahora se va a nombres más cortos y que seguramente serán menos perecederos.

Parece ser que Urracas ya no queda ninguna, ni Sisebuttos ni Canutas. Hay otros que están a punto de desaparecer dada la edad, en personas mayores de 80 años, por ley de vida. De momento hay muchos Antonios, según el INE, pero, ojo, porque San Antonio de Padua, que aparece en la foto, ni se llamaba Antonio ni era de Padua. Se llamaba Fernando y era de Lisboa. Ya ves.

Besos.