OLAS DEL MAR

Las olas tienen un efecto hipnótico. Podemos pasarnos horas mirando, sin cansarnos, como una tras otra rompe delante de la playa. No hace falta ser muy observador para descubrir que las olas incrementan su altura antes de hacerlo.Y es que, en contra de lo que pudiéramos pensar a priori, las olas no transportan agua, sino movimiento, de forma que cuando la ola ha pasado, las partículas retornan al mismo punto.

Pero no todas las olas viajan a la misma velocidad ni todas son iguales. Por una parte, sabemos que a mayor intervalo de tiempo entre ola y ola, y a mayor profundidad, las ondulaciones marinas viajan a mayor velocidad. Su tamaño depende de la intensidad del viento, del tiempo que lleva soplando y de que tenga un recorrido en el que no haya interrupciones. De tal suerte que cuando no sopla viento se dice que el mar está en calma, si el viento es leve lo que se generan son olas de pequeños milímetros de altura (olas capilares) y si el viento es fuerte y constante lo que observamos son olas grandes. Todo esto permite explicar por qué en mar abierto las olas no tengan una dirección predeterminada, al no existir barreras físicas el viento puede soplar en todas direcciones, lo que no sucede en la playa.La otra singularidad es un regalo de la naturaleza: la presencia de olas cuadradas. Este fenómeno,  se produce cuando dos corrientes marinas chocan entre sí con mucha fuerza y a gran velocidad. En el caso de la isla de Ré, y a unos kilómetros por debajo de la superficie del agua, chocan las aguas del mar Cantábrico con aquellas procedentes del océano Atlántico produciendo este singular y fotogénico fenómeno visual.

(Pedro Gargantilla)

Y tanto que mirar cómo rompen las olas y vienen a morir en la orilla de la playa tiene mucho de hipnótico sobre todo para los que somos de tierra adentro. Por eso me parece de lo más curioso lo que dice este artículo acerca de los tipos de olas y de su formación, dpendiendo del viento y la profundidad del agua donde se forman. Aunque cuesta creer el hecho de que no transportan agua sino sólo movimiento. Hay tanta variedad de olas que fascinan al que las contemplan, pero lo más llamativo de todo es la existencia de esas olas cuadradas en la isla francesa de Ré, como se puede ver en este enlace.

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Se trata de un fenómeno muy peligroso para los bañistas e incluso para los barcos. Son preciosas de ver pero de lejos.

https://www.youtube.com/watch?v=OqNyE2p8Jy4&t=21s

Prefiero quedarme con las de la foto, de un Mediterráneo apacible.

Besos.