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Son muchas las expresiones epañolas que incluyen a la música como elemento principal. Si alguien escucha lo de irse con la música a otra parte es posible que imagine a que alguien que lleva un reproductor de música decida cambiar de sitio y, bueno, aunque en esos casos también pueda significar eso, lo cierto es que se puede usar en más casos que en el de su significado literal.
Cuando alguien se va con la música a otra parte significa que se va, que nota que por algún motivo sobra de donde está (por lo que dice o por lo que hace) y decide marcharse. Así, alguien que está diciendo algo que no es compartido por el resto puede decir, bueno, me voy con la música a otra parte para indicar que como se da cuenta de que lo que dice no es bienvenido, es mejor que se vaya. También podemos decir que alguien se vaya con la música a otra parte cuando queremos que se vaya y le invitamos de una forma un poco más elegante que con un simple «vete de aquí». Así, le diríamos algo como «es mejor que te vayas con la música a otra parte». Así que nada, cuando escuchéis a alguien que dice lo de me voy con la música a otra parte, simplemente indica que se marcha, aunque no lleve ni su iPod, ni su Radio-CD, ni nada que suene a música.
(Expresiones y refranes)
Hay muchos refranes en nuestra lengua que tienen que ver con la música además del que mencionamos aquí, que tiene un sentido y un significado muy claro. Es una manera más fina de decirle a alguien que se largue porque está de más. Todos conocemos también el dicho de llevar la batuta en algo para subrayar que ese alguien quien organiza y manda en algo, estar en compás de espera, mientras algo se soluciona o bajar el diapasón indicando que se rebaje el tono de una intervención, no sólo en sonido sino en agresividad. Y no digamos cuando alguien hace algo sin ton ni son, es decir, a lo loco y a destiempo, o bailar al son que se le toca, para una persona que se adapta a todo. Y uno más optimista que incita a cantar porque el que canta su mal espanta.
Seguro que vosotros os sabéis muchos más, he puesto estos según se me iban ocurriendo, si no os interesa el tema, siempre podréis iros con la música a otra parte. Ahora en serio, la música es vida y nos acompaña cada día así que es natural que forme parte de nuestro devenir cotidiano. Y no digamos si se trata del Coro de la Universidad de Salamanca, una joya.
Besos.
Hay un motivo por el que sacas el pie de la cama mientras duermes. Sin duda alguna, habrá llegado el momento de empezar a pensar en estos días en los que nos despertamos con el pie fuera de la cama o sentimos la necesidad de sacarlo. La ciencia ha dado con la explicación que estabas esperando sobre este curioso fenómeno que quizás hasta ahora no habías tenido en cuenta.
Estamos viviendo un invierno intenso y eso quiere decir que tenemos que estar muy pendientes de lo que nos dicen los expertos del tiempo. Pero también, ser capaces de preparar nuestra casa para conseguir que nada más falte. Conseguir el máximo confort posible, pasa por tener una cama adecuada para lo que necesitamos. Tenerla lista para la acción es algo importante que deberemos poner en práctica antes de que sea tarde. Pero además de ello, debemos saber qué es lo que le pasa a nuestro cuerpo ante unas diferencias de temperaturas que vemos de forma muy directa y que quizás hasta ahora no hubiéramos tenido en cuenta. Sacar el pie de la cama es algo que se hace de forma regular para equilibrar el calor. Cuando nos tapamos demasiado por la noche, es la manera de que el calor no haga de las suyas. En esencia seguiremos la tendencia de un cuerpo que necesita descansar bien por la noche. Por ejemplo, el ritmo de producción de melatonina puede inducir el sueño, cuando aumenta en oscuridad, o activarnos, al desaparecer durante el día.
(Gemma Meca)
Lo de sacar el pie de la cama suele obedecer a que en un momento de la noche, una vez habituados al calorcito de la cama, el cuerpo necesita estabilizar la temperatura y parece que simplemente sacando el pie fuera es suficiente, claro está si no dormimos con calcetines como decñiamos el otro día. Y es que el cuerpo humano reacciona como cualquier otra máquina que tras funcionar a lo largo de todo el día se calienta y, para descansar, necesita refrigerarse y para poder descansar se lleva a cabo en las zonas periféricas del cuerpo.
Otra cosa sería sacar los pies del tiesto. En un afán proteccionista, quien "saca los pies del tiesto" es aquel que se excede, que atenta contra las normas establecidas, bien por rebeldía o por ignorancia. La expresión viene de la popular y habitual cría de gallinas, y por tanto, de pollitos, en las casas de pueblo. Con el fin de asegurarse que los pollitos comiesen y tenerlos a todos juntos y controlados, se les colocaba en un recipiente plano y ancho de barro (tiesto o plato) de paredes no muy altas. El pollito que saliese de allí debía ser reincorporado (vuelto al redil) o corría el riesgo de perderse o morir de hambre. Así que ya lo sabemos, una expresión que viene a indicar lo mismo es la de que el que se mueve no sale en la foto. Y fuera de la foto hace frío y no es cuestión de regular así la temperatura. Los patitos de la foto van bien juntitos para no sacar los pies (las patas) fuera del tiesto.
Besos.
¿Te ha pasado que, sin darte cuenta, empiezas a hablar solo mientras buscas las llaves, resuelves un dilema o ensayas una gran idea? Tranquilo, no es una señal de locura, y tampoco estás perdiendo la cabeza; de hecho, es todo lo contrario. Es un signo de que tu mente está operando en su máximo esplendor. Aunque durante años se ha visto como una rareza, la ciencia nos lo confirma, y es que pensar en voz alta agudiza la concentración, regula las emociones y potencia la productividad. Verbalizar pensamientos ayuda a organizarlos mejor. Al expresarlos en voz alta, nuestro cerebro procesa la información de manera más estructurada, facilitando la toma de decisiones y la resolución de problemas.
Los efectos positivos del diálogo interno abarcan diversos ámbitos de la vida diaria. Mejora de la Concentración y fortalece la Memoria. Lejos de ser una rareza, hablar con uno mismo es un recurso natural que potencia la mente y las emociones. La próxima vez que te sorprendas conversando contigo mismo, recuerda que no es un signo de locura, sino una estrategia comprobada para mejorar tu bienestar.
(Andrea Muñoz)
Todos hemos hablado en alto alguna vez con nosotros mismos aunque solo haya sido para lamentarnos de algo. Pero es cierto que si antes veíamos a alguien hablando solo por la calle pensábamos que estaba majareta, en cambio ahora no llama la atención porque lo más probable es que esté hablando por teléfono con esos auriculares inalámbricos que no vemos. Recuerdo yo a una conocida que nos la encontrábamos hablando sola por la calle y hasta gesticulaba y sonreía. No había móviles entonces y ella parecía una persona normal.
Pues fuera esas ideas porque ahora los psicólogos dicen que es algo positivo, que refuerza la memoria y la concentración y potencia las emociones. Nunca lo hubiera pensado, me había quedado con la simple idea de que podía ser un desahogo sin más. Otra cosa es hablar con uno mismo mentalmente, eso sí que lo practico mucho. Lo importante es no hacer como Oscar Wilde: “No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo.” Pues aunque suene a chiste, más de uno hay que lo practica y se encanta. El que parece que habla solo es el torete de este patio sevillano.
Besos.
El 3 de febrero es San Blas, quien fue un médico y obispo de Sebaste (actualmente en Turquía), durante los siglos III y IV. Es venerado como "abogado contra los males de garganta", ya que uno de los milagros que se le atribuyen es la curación de un niño a quien se le clavó una espina de pescado en esta parte del cuerpo. San Blas fue torturado y ejecutado en la época del emperador Licinio, durante las persecuciones a los cristianos de principios del siglo IV. Pero, en el refranero ha quedado la expresión: "Por San Blas, la cigüeña verás", que, en realidad, viene a decirnos que, a nivel meteorológico, vaticina el fin del invierno.
(Mari Cortés)
Hoy es San Blas, que el refranero que asocia a la llegada de las cigüeñas y el anuncio del buen tiempo lo que en Salamanca no suele ser una realidad ya en estas fechas. Vuelven a los campanarios, a los nidos de edificios que dejaron el año pasado y a los que suelen saber volver porque los reconocen como sus casas. Pero hoy más que de cigüeñas vengo a hablar del pobre San Blas, un médico y obispo turco que fue un mártir de los romanos en el siglo III junto a otros muchos más por las persecuciones contra los cristianos. A causa del milagro que se le atribuye cuando curó a un niño al que se le había clavado una espina en la garganta fue considerado el "abogado de los males de la garganta".
Eso hace que la tradición en Salamanca asocie este hecho con las llamadas gargantillas de San Blas, algo que resiste el paso del tiempo, pero con menos intensidad que antaño. Se trata de esas cintas de colores que los salmantinos se colocan cada 3 de febrero con la esperanza de protegerse de afecciones en la garganta. La costumbre dicta que se deben llevar hasta el Miércoles de Ceniza y, entonces, quemarlas como un acto simbólico de fe y renovación. Sin embargo, más allá del ritual, hay quienes han dedicado su vida a mantener viva esta tradición. Ya os he contado otros años que las tengo asociadas a mi abuela que siempre nos compraba una a mi hermana y a mi de pequeñitas. Ella nos las ataba con todo su amor. Ay, parece que la estoy viendo.
Y aunque ya no se pongan muchas, aquí tenemos a unos vendedores frente a la Iglesia de San Juan de Sahagún, y también hay una señora muy conocida llamada Teresa que sigue vendiéndolas a la puerta del mercado central. Esta foto es del periódico.
Besos.
En la vida, el autocontrol, entendido como la capacidad para saber regular y gestionar las emociones, impulsos y comportamiento es fundamental para mantener un equilibrio emocional y alcanzar las metas. Aquellas personas que no son capaces de autocontrolarse tienen un problemas de control de impulsos. Esto es especialmente relevante en el tratamiento de trastornos de la conducta alimentaria, adicciones y en la prevención de comportamientos impulsivos asociados a problemas de salud mental. La psiquiatra asegura que «decir 'no' a algo es importante porque te está preparando para el futuro, para afrontar aquellas cosas a las que no vas a poder acceder» y añade: Acostumbrados al placer, a la gratificación instantánea del 'quiero esto y lo quiero ya' cuando llegan los dos temas más importantes de la vida como son el amor y el trabajo, se llega con esta lección aprendida, saber contener los impulsos es importante porque ni el amor ni el trabajo son a base de gratificación instantánea, todo lo contrario: constancia, perdón, perseverancia, empatía... Si yo me he educado en el placer instantáneo cuando llega el amor o cuando se empieza una relación laboral, no seremos capaces de lidiar con ello.
(Marián Rojas)
Para las personas que son impulsivas por naturaleza, mantener el control en ciertos momentos es una ardua tarea. Si resulta difícil contenerse y se explota enseguida luego se puede caer en el arrepentimiento cuando ya no tiene solución. En la vida cotidiana, es normal que en algunas situaciones mostremos cierto grado de “impulsividad”. Cuando nos enfrentamos a un peligro, solemos responder sin pensar, lo cual se debe a que la parte emocional de nuestro cerebro toma el mando. No es algo negativo, al contrario, nos permite responder con la rapidez necesaria recurriendo a nuestro arsenal de respuestas instintivas. Lo malo es cuando se actúa de manera irreflexiva o incluso con violencia. Pero es algo que se puede aprender a controlar antes de que suceda tal y como indica la psiquiatra. Hay que aprender a decir no a aquellas cosas que nos atraen y regular esa especie de ansia de hacer todo al instante. Por ejemplo si nos apetece comer algo "ya" procuramos dejarlo para más tarde y no ceder al impulso repentino o cuando nos enfrentamos a una compra compulsiva de algo que no necesitamos, probablemente nos arrepintamos después.
Estas pequeños "ejercicios" personales nos pueden ayudar a controlarnos después ante los demás. Y no olvidemos que el que domina su mente, lo domina todo porque una vez que se ha cedido al primer impulso muy complicado es ya contenerse. No tocar las flores, lo agradecerán.
Besos.
Joaki-007Hace una hora
angela.69Hoy a las 14:17
corremundosAyer a las 23:05
eliocroca2Ayer a las 22:15
larocuky09/02/2025