¿ POR CASUALIDAD O POR CAUSALIDAD?

Nos suelen sorprender las casualidades … hechos fortuitos que suceden en nuestra vida.Con los años, he dejado de creer en las casualidades. Que no sepas por qué sucede algo, no significa que sea fortuito, que no tenga un motivo.Y cuando algo quieres que vaya bien, hay que poner todo el esfuerzo … ¿es casualidad que algo te vaya bien cuando has trabajado un montón en ello, cuando es casi tu vida? El éxito nunca es casualidad. Es curioso que hablemos de casualidades. Desde una perspectiva racional, las casualidades son una cuestión de azar. Pero a mí me da la sensación de que hay algo más, soy muy curiosa, siempre busco aprender. 

La vida me trae muchas casualidades. Tal vez por ello he dejado de creer en casualidades y he pasado a estar firmemente convencida de que una casualidad es una causalidad que todavía no conocemos. Todo sucede por algo. Todo tiene un motivo… aunque tú no lo veas en ese momento. A veces, es necesario prestar atención a las casualidades, porque muy probablemente te están diciendo algo.  Tal vez las cosas que esperas vivir, no sean cómo las esperabas cuando las vivas …  Gracias a las «casualidades» más bonitas que habéis llegado a mi vida, no puedo dejar de sorprenderme, me gusta sentir la magia que se genera sin haberla pretendido. Nada sucede por casualidad…

(Marta Graño)

Aunque solo una letra cambiada de sitio difstingue casualidad y causalidad, la diferencia entre ambos conceptos es mucha y estoy plenamente de acuerdo con la autora de estas líneas. En un principio puedo pensar que la casualidad tiene lugar en la vida y que incluso te la puede cambiar, también es verdad que la casualidad tiene que ver con el azar y la suerte pero no es suficiente. Hay que buscarla y eso es la causalidad, estar allí en el momento oportuno y preprarados para ello ya que todo tiene un motivo si te esfuerzas en ello. 

Eso ocurre muchas veces con las fotos que hacemos simplemente con el móvil sin buscarlas, sin retocarlas y que solo al verlas te das cuenta de que han quedado más que aceptables como si un entendido hubiera medido la luz, el diafragma y todos los artilugios de una buena cámara fotográfica. Pues esta foto sevillana sacada desde el Puente de San Telmo es un buen ejemplo: la luz del atardecer, la hora mágica o como queramos llamarlo hizo su trabajo y la casualidad y la causalidad se aliaron en este momento.

Besos.