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Nunca llueve a gusto de todos, y es que a algunos los días de lluvia les ponen tan contentos como a todos decaídos. Sin embargo, la lluvia puede llegar de muchas formas. Cuando lo hace con tormentas suele hacer coincidir a cualquiera: es sinónimo de peligro, y por eso puede provocar miedos incontrolados. Hay quien, aun así, disfruta de una jornada de truenos y rayos. Total, alegan, la probabilidad de que te caiga un rayo parece ser una entre un millón... La idea nos aleja de sí misma, porque... ¿Cómo me va a caer un rayo a mí? Eso, prácticamente, solo pasa en las películas, puedes estar pensando tú también.Nada más lejos de la realidad, y son las historias de los propios supervivientes a estos fenómenos las que lo dejan claro. Hacía un día despejado: cielo azul, pocas nubes... Por supuesto, no vio venir el rayo que, de pronto, impactó sobre su cabeza. ¿Qué acababa de pasar? El joven se encontraba a escasos metros de su esposa Tracey, explica, y por si fuera poco sostenía en brazos a la hija de ambos, que ese día cumplía un año. Él volvió inmediatamente a un estado consciente, dentro del shock que supuso el momento, y le preguntó a ella si estaba bien. Pasado el primero susto, la pareja fue retomando sus actividades como si nada… Aunque aún no había pasado todo.
(AC y V)
La de veces que en momentos de enfado tremendo o de una bronca con alguien la gente explota contra una persona y grita , casi siempre por lo bajini o en su ausencia, esa frase tan tremenda de "que le parta un rayo".
Como se dice en el texto, la probabilidad de que te caiga un rayo es bajísima, menos de que te toque el gordo de la lotería, pero como siempre pasa en la estadísticas, a quien le toca, le toca. Es el caso de esta pareja norteamericana a quienes les cayó un rayo, que les entró por la cabeza y le salió por la mano, sin tocar a la bebita de una año que tenían en brazos. Parece que de momento todo quedó en un susto pero después tuvieron sus problemas y acabaron en un hospital. Hay quien tiene un miedo tremendo a las tormentas y no digamos nada a los rayos, pero a pesar de lo poco habitual, hay que mantenerse lejos de ellos, porque provocan quemaduras y problemas en los oidos, siendo esto lo mínimo que puede pasar. Por si acaso... cuidado con el profeta Elías que se le representa con un una espada de fuego en la mano. En la foto la impresionante talla de salzillo que se encuentra en el Museo Diocesano de Sigüenza, Como se ve no conserva la espada, pero con ese gesto, mejor no provocarlo. Y que no nos parta un rayo.
Besos.
Bona nit .
Preciosa esta talla de salzillo.Que bonitas son estas figuras que estas expresiones y tan bien hechas .
Madre mia con los rayos, mucho ojo hay que tener , pero claro es lo que decimos, al que le toca le toca por mucho que tengamos cuidado.
"Conozco" casos que ha entrado el rayo por una ventana , se ha paseado por toda la casa y ha saliodo por otra ventana .
Tiene que ser impresionante vivirlo.
Lo que te pasa a ti con el blog , le pasa tambie a corremundos, le puedes preguntar si acaso si sabe alguna solución .
Que pena si no se soluciona .
Voy un poco rapido hoy.
Buenas noches .
Un beso.
Pues más vale no cabrear al profeta Elías, porque Salzillo (si realmente fue su autor) le imprimió en el rostro una de sus expresiones características, cuando se trataba de justa ira (herejes, demonio...). Y es que en Salzillo no todo era ternura ni dolor desbordado.
A mi me han dicho esa frase a la cara muchas veces, y cosas peores
saludos
Joaki-007Hoy a las 12:18
angela.70Hoy a las 11:17
eliocroca2Ayer a las 22:11
corremundosAyer a las 11:33
gkane13/06/2025