RENCOR Y RESENTIMIENTO

¿Son lo mismo el rencor que el resentimiento? Cuando escuchamos estas palabras, tendemos a pensar inmediatamente en el daño que nos han causado otras personas y en la reacción que ese daño nos ha producido. Sin embargo, aunque puedan parecer conceptos similares, no son exactamente lo mismo. Para adentrarnos un poco más en el tema, adelantar que sentimos resentimiento cuando alguien hace algo que no nos gusta, nos daña o nos ofende. Sin embargo, el rencor va más allá del resentimiento; suele esconder un deseo de venganza, y es un sentimiento más intenso y destructivo. ¿En qué más se diferencian? Como vemos, se trata de conceptos un poco diferentes.

Para ilustrar mejor las diferencias entre el rencor y el resentimiento, pensemos en algunos ejemplos. Imaginemos que una persona ha matado a alguien muy querido para nosotros (una situación muy grave), aparece el rencor hacia esa persona. Este sentimiento es intenso y profundo y si no se aborda o se gestiona, suele ser muy duradero en el tiempo. En el caso del resentimiento, imaginemos que un amigo nuestro no nos invita a su fiesta de cumpleaños o a su boda. A raíz de esta situación, podríamos desarrollar resentimiento hacia esa persona. Es decir, estaríamos resentidos con “X” persona. Como vemos, la situación no es tan grave como en el caso anterior, aunque igualmente nos pueda resultar molesta o dañina. En este caso, además, el resentimiento suele ser menos intenso que el rencor y menos duradero.

(Mentemaravillosa)

Rencor y resentimiento son dos conceptos muy similares, sobre todo en su origen, pero como vemos contienen alguna diferencia que en principio puede hacernos pensar que se basan en la intensidad del sentimiento. Pensando en ello creo que el rencor es más bien hacia alguien en concreto mientras que el resentimiento hace referencia a situaciones más extensas que van a marcar nuestra vida. Dijo Pedro Ruíz una frase que siempre recordaré sobre el resentimiento: Es hacer fotocopias del dolor. Es decir es algo duradero que nos puede destrozar por dentro y lo malo es que ocurre como con la envidia, el envidiado y el objeto de nuestro rencor o resentimiento, en  la mayoría de las ocasiones ni se enterará y seguirá su vida tan feliz. Con lo corta que es la existencia, buena gana de prolongar esta negatividad que al final de todo nos hace desgraciados y nos puede conducir a la venganza. En pocas palabras, el resentimiento surge de una igualdad prometida y nunca alcanzada. Vive y deja vivir. Y mira hacia arriba como si estuvieras en lo alto.

Besos.