SEDUCIR

Si menciono la palabra «seducción», probablemente lo primero que nos viene a la cabeza es: romance, coqueteo, aventura, relación, pareja. Sin embargo, el alcance de la palabra «seducción» no se aplica sólo a las relaciones de pareja, sino a todo. Buscamos seducir a nuestros amigos cuando deseamos caerles bien, a nuestros clientes cuando deseamos que nos compren, a nuestros jefes cuando deseamos que nos asciendan y a nuestros contactos cuando deseamos que nos atiendan. Por tanto, todo en la vida es seducción y conocer la clave de la seducción es conquistar una gran parte del éxito. ¿Cuál es esa clave?

Radica en el binomio altruismo-egoísmo. Dos palabras aparentemente tan opuestas, y, sin embargo, tan ligadas entre sí. ¿Cómo funciona? El arte de la seducción, cuando se hace bien, siempre debería tomar como punto de partida no los intereses de uno, sino los intereses del otro. Esto representa la parte altruista. Y la consecuencia de tener primero en cuenta los intereses del otro es que el que se acaba beneficiando es uno mismo. Esto representa la parte egoísta. Pero hay una importante regla. Está prohibido mentir. Si se es deshonesto, se rompe el binomio. He descubierto que los mejores proyectos, los buenos negocios, las mayores hazañas siempre están lideradas por grandes conquistadores, y que los grandes conquistadores no logran su éxito con propuestas engañosas, sino con propuestas irrechazables.

(Anxo Pérez)

Seducir y conquistar son dos términos que parecen iguales y no son lo mismo. Mientras que conquistar es ganar la voluntad de una persona, obtener algo laboriosamente, con esfuerzo y captar el cariño de otra persona o enamorar a alguien, seducir sería hacer [una persona] que otra se sienta atraída o enamorada de ella utilizando los recursos necesarios para ello. Me parece que seducir es algo más sutil y se aplica a todo, al trabajo, a la amistad, al amor. Y como se dice en el texto se debe tener en cuenta no los intereses de uno sino del otro, porque sin género de dudas se acaba beneficiando uno mismo. Pero nunca basado en una mentira ni siendo deshonesto.

De hecho hay propuestas que no prosperan porque cometen el error más común: hablar de por qué la propuesta tiene mucho valor para el que habla, en lugar de para el que escucha. Egoísmo puro.  Pero lo egoísta es efímero. Lo generoso es eterno. Existe la  creencia de que la gente que más engaña, más alto llega, pero no lo es, no debería ser así. Dice el refrán que se coge antes a un mentiroso que aun cojo . Con esta cita falsamente atribuída a Lincoln se entiende todo: Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo.

Esta esfera de flores de papel es efímera, puede convertirse en papel mojado en cuanto llueva.

Besos.