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En el año 356 a.C., entre los numerosos recintos dedicados al culto a las divinidades, destacaba por su magnificencia el consagrado a Artemis, la diosa de la caza, los animales salvajes, el terreno virgen, los nacimientos, la virginidad y las doncellas. El imponente santuario fue elegido por un pobre pastor de la ciudad para salir del anonimato. Su nombre era Erostrato quien, al parecer, empujado por el deseo de fama e inmortalidad, le prendió fuego. El sacrilegio le supuso la ejecución y que se prohibiera mencionar su nombre bajo pena de muerte; pero ni tal proscripción ni las diversas teorías sobre el hecho evitaron que Erostrato pasara a la historia y bautizara al síndrome de la búsqueda desenfrenada de notoriedad y reconocimiento público a cualquier precio. Esta obsesión, siempre presente entre los artistas, deseosos de trascendencia para darle sentido a sus obras, está creciendo de manera desmedida, no solo entre «fontaneros» sino entre «pastores» de las redes tan desconocidos como Erostrato, que buscan la fama a toda costa.
Los cimientos de este síndrome suelen situarse en ese complejo de inferioridad estudiado por Adler, de donde emerge el deseo de poder patológico que provoca comportamientos competitivos y hasta destructivos. Desgraciadamente, en nuestros días, esa necesidad de refrendo público apresurado, esa búsqueda de aprobación instantánea, son un anhelo generalizado, sobre todo en redes, que rayan indudablemente la patología. No se busca el trabajo bien hecho, la obra magna que provoque la emoción o el bien común…, solo conseguir superar el anonimato y recabar likes. En definitiva: ser famoso, aunque sea desde la maldad o el engaño, procure castigo y sea flor de un día.
(Marta Robles)
ESte comportamiento que está a la orden del día es muy habitual y conocido por todos pero había que ponerle un nombre y le cayó el de este humilde pastor que pasó así a la fama por tan deleznable acto. Parece que esconde claramente un complejo de inferioridad y que quien actúa así es porque no tiene nada más en sí mismo para destacar y así pasar a la historia. Muchos asesinos lo han sido para ser tristemente conocidos, como aquél que atentó contra Reagan para llamar la atención de Jodie Foster.
Pero sin llegar a eso, hay que ver los que pululan por internet lanzando improperios y descalificaciones para provocar y que se hable de ellos. Esto me recuerda la rueda de prensa de la "famosa" fontanera del psoe que llegó media hora antes para posar a lo grande ante los fotógrafos, encantada de la vida, en plan diva. Una ocasión para hacerse famosa no podía desperdiciarla. Qué patética.
Estas columnas que se encuentran en Jordania y no creo que alguien quisiera cargarse nada para pasar a la posteridad. El tiempo hizo su trabajo. La foto es de mi primo el viajero.
Besos,
Bona nit .
Asi anda la juventud hoy en día .y digo la juventud.- no toda claro.- pues los que tenemos ya una edad , estas cosas de las redes sociales como que no nos afectan en el sentido que , al menos yo, soy incapaz de provocar .
Soy incapaz por ejemplo en facebook, poner nada de política ya que sé que , alguien me dirá algo y la verdad , paso de todo eso.
Y sobre el futbol, igual.
Este mundo esta muy muy mal.
Pues asi a lo tonto nos plantamos mañana en el medio mes de junio .
Dá un poco de miedo desto.
La mar de contento estoy con el libro, menos mal que lo tenian .
Buena snoches .
Un beso.
Es que mapa lograr notoriedad hace falta hacer algo muy, muy gordo. E incendiar el Artemision de Éfeso, una de las siete maravillas del mundo antiguo, tuvo bemoles.
Buenos dias mi querida amiga en un muy caluroso Domingo, interesante lo que hoy nos dejas, un abrazo.
Joaki-007Hoy a las 15:23
corremundosHoy a las 12:54
eliocroca2Ayer a las 22:12
angela.70Ayer a las 14:23
larocuky18/06/2025