SUPERSTICIÓN O MANÍA

En el escenario hay mil supersticiones dependiendo del intérprete, pero algunas son comunes al mundo de la escena en general. El día del estreno no hay que desear "suerte" sino "mucha mierda", aunque hay quien prefiere golpear tres veces la bambalina, tocar madera o persignarse antes de salir a escena. El origen del uso de esa palabra se remonta a la época en la que los espectadores asistían al teatro en carruaje de caballos con cochero que esperaba en la calle hasta finalizar la función. Si había gran cantidad de desechos era que la función había sido un éxito en cuanto a asistencia de público.

Y ya en escena no se puede silbar. Incluso en el caso en el que el guión así lo marca se recurre al tarareo o al canturreo. Según parecela superstición tiene un origen práctico, ya que en el pasado, sin recursos técnicos que apoyaran, los ayudantes se comunicaban mediante silbidos para seguir las órdenes del director de escena. Los técnicos seguían un código propio y un silbido fuera de lugar o a destiempo podía confundir y causar un error e incluso una desgracia.

(De internet)

Si hay un gremio donde la superstición o la manía llegue a cotas altísimas es en el mundo del teatro y cada una de estas cosas tienen un origfen concreto. Lo de ir de amarillo da mala suerte porque Molière se murió en escena vestido de ese color.

Pero atención, no es lo mismo superstición que manía. La superstición y la manía son términos que a menudo se confunden, pero tienen significados distintos. La superstición se refiere a una creencia irracional en que ciertos objetos, acciones o circunstancias pueden influir en el destino o la suerte de una persona. La manía, por otro lado, se refiere a una preocupación o aversión extrema hacia algo, a menudo acompañada de rituales o conductas repetitivas. Muchas manías son conocidas en actores, toreros o deportistas. Hay toreros que se santiguan tres veces seguidas y se tocan convulsivamente una hombrera de su vestido. Pero yo creo que quien se lleva la palma en esto es el gran Rafa Nadal, quien antes de sacar hacía siempre los mismos gestos lo que en cierto modo ponía nervioso al contrincante. Como dice Agredano: "La superstición, la manía, el ritual… son todas expresiones del mismo terror: la fatalidad. La mala suerte. El malfario. Como cada cual llame a esa bestia negra que es la desgracia inesperada, el dolor mundano". Pero André Maurois afirmaba:  "Las manías de un gran hombre tienen que ser respetadas, porque el tiempo perdido en luchar contra ellas es demasiado preciso." Pues eso. Y mantenerse a salvo de ellas es otra buena opción, como protegerte tras una reja.

Besos.