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Puente en la calle Buschental sobre el arroyo Miguelete
Así nacieron, fueron vidas que labraron
su propia celda dura, su panal en la piedra.
Y esta mirada tiene más arena que el tiempo.
Más silencio que toda la muerte en su colmena.
Fueron la miel de un grave designio que
habitaba
la luz deslumbradora que hoy resbala en la
piedra.
Pablo Neruda