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El barrio histórico en su plenitud con todo el hálito del pasado, vibra en cada piedra, en cada reja, en cada muro y en cada zaguán. Los atardeceres en el río cobran facetas de misterio, dignas de la inspiración de un poeta o pintor. Recorriendo palmo a palmo su entorno, surge la vertiente histórica y documental que la región de San Gabriel y la Colonia del Sacramento han legado a nuestro país.
Calles angulares, angostas, pavimentadas; con piedras de cuna, con desagüe central, gruesos muros de piedra, techos de teja a dos y tres aguas, pisos de cerámica y piedra; conforman una postal inolvidable para quienes tienen el privilegio de contemplarla. Un entorno de maravilla que embruja y fascina con su magnetismo.
Descubrir Colonia del Sacramento es en resumen... Un verdadero encanto.
desde luego este rincón es precioso. A mi también me encanta descubrir rincones como este en los pueblos de mi isla y también si voy por otras ciudades.