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Como humanos, nuestra misión es volver al amor. Volver a ser mensajeros del amor.
Provocar amor a nuestro alrededor.
No te permitas contaminarte de la ausencia del amor, que es donde se instala el miedo.
El mundo entero es un eco: sólo repite lo que tú dices.
Es un espejo: refleja tu propia imagen.
Es un boomerang: te devuelve lo que le has enviado.
Tú puedes decidir lo que quieres oír, lo que quieres ver, lo que quieres recibir.
Eso si realmente lo quieres.
trozo
Tomado de: Diario El Carabobeño. Revista Paréntesis