Ya casi llegamos a la mitad de diciembre y las ciudades y pueblos se engalanan anunciando las próximas fuestas de Navidad, los chiquillos se ilusionan en los colegios y preparan sus actuaciones para la fiesta de antes de las vacaciones e insisten a padres y abuelos para que acudan a ellas y los vean como actores, cantantes, bailarines...

   Todo parece llenarse de alegría, de ilusiones, de buenos deseos. Se hacen campañas de recogidas de alimentos, juguetes y ropas para los más necesitados del pueblo, la ciudad o de otros paises...

   Se comparte la lotería con deseos de salud y buena suerte. Si no llega la buena suerte, siempre quedará la salud, precioso don que no estimamos en su justa medida hasta que no la perdemos.

   Vienen las reuniones familiares, el "calor de hogar" que hace preciosa la Navidad.

   Los problemas quedan aparcados y nos sentimos más felices.

   ¡Ay, si desaparecieran para siempre! Ojalá mejorasen de verdad las relaciones humanas entre familias, entidades, pueblos y naciones. Ojalá desapareciesen el paro, la injusticia social, los odios, los embargos, las enfermedades, los sufimientos...

   Pero, ¿qué haces tú para ello? ¿No deberíamos empezar cada uno, personalmente, por poner algo más que la buena voluntad y los buenos deseos, que son un buen principio, y pasar a los hechos?

   ... ¡Prepárate para la Navidad!.

Humor:

¡Sé feliz!