Si hay una cosa que distingue a la Navidad de todas las demás fiestases la alegría producida por una mezcla de ternura y amor.

El calor del alma enciende hogueras que acogen a todos: a los que vienen, a los que llegan y a los que están.

Recuerdo navidades de mi infancia, al amor del brasero de la mesa camilla del rincón de la cocina. La abuela y la madre preparando la cena: sopa de almendras y besugo al horno. Para los postres el escaso turrón (solo del duro y del blando). Las almendras, escaldadas, habían sido peladas entre todos los hermanos, y machacadas en el almirez por mi padre que gustaba de comer el llamado turrón de pobre: un higo abierto con una nuez dentro. La Misa  del Gallo con alegres villancicos a la que acudían las gentes con zambombas, panderetas y botellas vacías de anís que hacían de instrumento musical para acompañar los cánticos. Con los abrigos bien abrochados, los cuellos subidos, las bufandas tapando hastya más arriba de las orejas y los guantes enfundados que no impedían la música...

Las visitas a felicitar a los vecinos dejaban ver las humanas relaciones de concordia que solía sellarse con el polvorón y la copita...

¡Que tiempos aquellos!

... Y por si fuera poco, al llegar a casa la partidita de julepe entre todos, con garbanzos para contar los puntos...

¡Que permanezca en todos el espíritu de la Navidad!

¿Sonreímos?

- ¿Qué es una solterona?
- Una mujer que ha pasado muchas Navidades pero ninguna Nochebuena.

¿Otro?

Dos rubias se van al bosque a busca un pino para Navidad. Después de dos horas de búsqueda, una le dice a la otra :
- Bueno, ya es suficiente! El próximo pino que veamos lo cogemos, tenga o no tenga bolas de Navidad!

¡Sé feliz!