EL ABRAZO

He tropezado ayer con tu mirada
de ventanas abiertas, noche oscura;
se me ha asomado a este alma tan madura
su forma tan jovial, tan prolongada.

Ha sido tempranera bocanada
de aire fresco, torrente que apresura
sus aguas sobre mí, firme atadura
que atrapa, y neutraliza mi escapada.

Son los ojos dos brazos encogidos
que al mirar nos ofrecen extendidos
el abrazo que un día imaginamos.

Contemplo tu mirada como un arco
en cuyo centro receptor me enmarco;
abrázame hasta que nos extingamos