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Fugaz el tiempo y, a la vez, tan lento,
alas de espuma o pies desfallecidos,
se nos escapa, o deja sumergidos
en irritante calma de convento,
donde nada sucede, y hasta el viento,
abrazado a los troncos retorcidos del olivar,
acalla sus sonidos, durmiéndose
en extático aislamiento.
Las horas ruedan, para algunos,
lentas, sabor a infinitud, o en turbulentas
coyunturas de llanto y orfandad.
Mas para los amantes se apresuran
en vuelo irreprimible, y desfiguran
el festival de su complicidad.
Joaki-007Hoy a las 15:16
larocuky18/06/2025
mebarak198118/06/2025
corremundos18/06/2025
maravillas1017/06/2025