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¡oh, cual te adoro! con la luz del día,
tu nombre invoco apasionada y triste,
y cuando el cielo en sombras se reviste
aún te llama exaltada el alma mía.
Tu eres el tiempo que horas guia
tú eres la idea que a mi mente asiste,
porque en ti se concentra cuando existe,
mi pasion, mi esperanza, mi poesía.
No hay canto que igualar pueda a tu acento,
cuando tu amor me cuente y deliras,
revelando la fe de tu contento:
tiemblo a tu voz y tiemblo si me miras,
y quisiera exhalar mi último aliento
abrasada en el aire que respiras.
corremundosHoy a las 12:50
maravillas10Hoy a las 09:55
Joaki-007Ayer a las 15:16
larocuky18/06/2025
mebarak198118/06/2025