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Seductora llegaste, y sometido
a tu poder me quedé. Mi alma indefensa
rindió sus facultades; ya no piensa,
y sentir me tiene seducido.
Sólo una vez recuperé el sentido,
y hallé mi libertad sin recompensa,
nube plomiza, amenazante, densa,
en cuya oscuridad me vi perdido.
Ya sólo soy quien eres, pues no tengo
ni cuerpo ni alma propios; me sostengo
de la energia que de tí absorbí.
Al incendiar mis huesos con el fuego
de tu pasión, me hiciste sordo, y ciego,
y mudo, y muerto... excepto para tí.
Joaki-007Hoy a las 15:16
larocuky18/06/2025
mebarak198118/06/2025
corremundos18/06/2025
maravillas1017/06/2025