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Treinta días, un mes, nuestro primero,
con el alma rodando entre las manos
envuelta en los mensajes cotidianos
que pavimentarían el sendero.
Cada palabra fue ágil mensajero de
esperanzas y júbilos lejanos, de piel, latidos,
sueños tan tempranos que parecieran aire pasajero.
Revistiéronse pronto de firmeza,
hermanados de gozo y de tristeza,
cabalgando ilusiones y dolor.
La marcha de las horas, dura y lenta,
quiebra la mente, el ánimo revienta,
pero aún así, me afirmo en este amor.
Hermosa Foto
Gracias Por el Like
Un abrazo amiga
Nunca defrauda Álvarez Hidalgo a los amante de la poesía romántica.
Besos.
Joaki-007Ayer a las 15:16
larocuky18/06/2025
mebarak198118/06/2025
corremundos18/06/2025
maravillas1017/06/2025