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Voy a dormir sobre mi propia historia,
reclinando el vigor del pensamiento
en almohadas de olvido, mi momento
de silenciar la voz de la memoria.
Se ha ausentado la luz; la palmatoria
cuelga de un hilo azul, el aposento
tiene el alma de túnel soñoliento
sin tren, ni claridad, ni escapatoria.
Mis imágenes, sombras en la sombra;
mis sueños, versos que ya nadie nombra,
y páramo desierto, mi jardín.
Se han vaciado todos los espejos,
hace frío a mi lado, y a lo lejos
desgarra sus tristezas un violín.
Preciosas palabras, aunque quizas por eso de dormir, faltan los sueños dulces y agradables.
QUe termines bien el fin de semana
Saludos
corremundosAyer a las 12:50
maravillas10Ayer a las 09:55
Joaki-00720/06/2025
larocuky18/06/2025
mebarak198118/06/2025