Academia Real Mathematica

Si ustedes preguntan a un francés, les dirá que la primera Academia Científica del Mundo fue la Académie des Sciences, fundada en 1666 durante el reinado de Luis XIV. Si preguntan a un inglés rebatirá esta afirmación porque cuatro años antes, el 28 de noviembre de 1660, durante el reinado de Carlos II, ellos, los ingleses, ya habían fundado la Royal Society.

Pues bien, en 1995 se dió a conocer un documento conservado en la Bibliothèque Mazarine de París, con el título Institvcion de la Real Academia Mathematica (1584) del arquitecto Juan de Herrera. ¡¡¡En 1584!!! Esto es, 78 años antes que la Royal Society inglesa, y 82 años antes que la Académie des Sciences francesa.

Encabeza así el documento: "Siendo la Majestad del Rey Don Felipe N. S. informado que, aunque en las universidades y estudios de estos Reinos hay instituidas y dotadas cátedras de matemáticas, no hay muchos que las profesen, antes tan pocos que apenas, ni en las universidades, ni fuera de ellas, se halla quien con fundamento de principios sepa ni pueda discernir lo falso de lo cierto en estas ciencias (...)". Esta primera Academia científica del mundo, instruía sobre los fundamentos de las matemáticas y sus disciplinas afines consideradas indispensables para el futuro ejercicio de poder, “en los ministerios necesarios para la vida política”. En ella servirán algunos de los sabios más grandes de su época, así el portugués Juan Bautista Labaña, los españoles Pedro Ambrosio de Ondériz, Juan Arias de Loyola, Juan Cedillo Díaz, Cristóbal de Rojas, Pedro Rodríguez de Muñiz, Andrés García de Céspedes, o el milanés Giuliano Ferrofino.

 A partir de 1625 toman el control de la institución los profesores del llamado Colegio Imperial de San Isidro, una institución de tipo académico también, incluso más antigua que la Academia Madrileña, y regida por la Compañía de Jesús. Con los jesuitas contará con profesores de la talla de Claudio Ricardo, un Jean-Charles de la Faille, un Jacobo Kresa, un Johann Baptist Cysat, un Pedro de Ulloa, un Alejandro Berneto, Nicasio Gramatici, Manuel de Campos, Carlos de la Reguera, Pedro de Fresneda, Juan Wendlingen, Christian Rieger o Tomás de la Cerda.

Aunque Carlos III se negará a cerrar la Academia cuando en 1767 procede a la expulsión de los jesuitas, lo cierto es que a partir de ese momento ésta quedará herida de muerte, siendo definitivamente clausurada en 1783.

Fuentes: Blog Scriptorum Artis (entrada de Margarita Ana Vázquez Manassero) y Blog En cuerpo y alma de Luis Antequera

Imagen: Colegio Imperial de la Compañía de Jesús, en la calle de Toledo. Plano de Madrid de Pedro Texeira (1656)