Carcasona

La visión de la ciudadela medieval de Carcasona impacta en los  ojos del viajero. En la colina sobre la que se levanta, existió un asentamiento celta en el siglo VI a.C. potenciado durante la época de dominación romana. En el siglo IV se convirtió en un pequeño castillo, con periodos de ocupación por parte de visigodos y sarracenos. En el siglo VIII se incorporó al reino franco. Ya en el siglo XIII se convirtió en el último reducto de los cátaros durante la cruzada albigense.

El conjunto fue restaurado  por  Eugène Viollet le Ducen en el siglo XIX y declarado en 1997 Patrimonio de la Humanidad.

Entramos por la Puerta de Narbona. Es posible recorrer  el paseo de ronda de la doble muralla que rodea totalmente conjunto. Dentro de la "cité" pasaremos junto al palacio Condal y llegaremos a través de sus callejuelas a la Puerta de Aude, por la que se accede caminando desde la ciudad baja. Pero sin duda el monumento más importante es la Basílica de Saint Nazaire, construida entre los siglos XI y XIV, que presenta una combinación de los estilos románico y gótico.

Ya fuera del recinto medieval, la ciudad baja está habitada por unos 50.000 habitantes y en ella podemos recrearnos con sus jardines, el Canal du Midi o la Catedral de Saint Michel lavantada en el siglo XIII de estilo gótico. 

Imagen de mi autoría: la ciudadela medieval de Carcasona.