miarroba
Kite Surfing en San Lorenzo

   A mediados de Mayo daba una vuelta por la tarde y regresé a casa por el Muro. En algún tramo entre la Escalerona y el Puente del Piles vi asomar una cometa enorme por la barandilla. Se me ocurrió mirar y vi a un surfista sujetando la cometa. En aquel momento se había caído de la tabla de surf y estaba recuperando la posición para volver a subir. HIce la foto, se subió a la tabla y recorrería unos 20 metros empujado por la cometa hasta volver a caerse. En ese punto le deje, mientras volvía intentar a subir a la tabla.

   Más que habitual, es cotidiano ver surferos en la playa de San Lorenzo; que hagan kite surfing (ó kite surf) ya es menos común, depende del viento que sople. Pero aquel día ese tipo tenía el viento adecuado. Estuvo todo el tiempo sujetando la cometa con los brazos por encima de los hombros. No dejaba de preguntarme por lo agarrotado que acabaría al final de la jornada.

   Fue un dibujo de dos sesiones. La verdad es que la composición era muy sencilla, sólo había que cuidar dos cosas. Una era mantener una proporción entre la figura y la cometa, así como dejar la distancia suficiente. Tracé los cables de la cometa a regla, sólo con el lápiz (fue lo último que hice, antes de poner la fecha). La verdad es que en la foto ni se veían, sólo la barra de sujección.

   La otra cuestión era mostrar los edificios del fondo: es mi barrio, el de Cimavilla. Al medio la arboleda del Campo Valdés. A un lado de la arboleda, la Pescadería Municipal y el Ayuntamiento (con la Torre del Reloj a su espalda). Al otro, la Iglesia de San Pedro y el Club de Regatas. Todo esto lo pinté a lo último. Quizá debí usar colores más oscuros, o tonos complementarios para dar mayor contraste; pero ya me doy por satisfecho porque haya quedado tal cual, no lo tenía tan claro.

   Por lo demás, las partes claras del cielo tiene un aclarado como raspado, efecto de un pìncel plano ancho. Me recreé en el mar, eligiendo tonos de azul. Tenía dudas de cómo quedaría la espuma, pero pude usar acuarela blanca lo bastante opaca para dar juego. Dejé la arena en primer término, tratando de simular una arena muy pisada. 

   Otras opciones de complementos para la ropa:

   https://periplosporelparamo.blogspot.com/2025/06/tres-pines.html

   Para la ropa de los años 90, más bien. Bueno, hasta aquí hemos llegado. Espero que os vaya bien, cuidáos. Nos vemos pronto, un saludo.

022
Jean Gabin es el Comisario Maigret

 Hará casi un mes que pasé por una librería de segunda mano (mi perdición) y pillé una novela del inspector Maigret, Los sótanos del Majestic. Editada por Luis de Caralt en 1967 (por casualidad, mi año de nacimiento), escrita en el 39 y en un estado impecable, si contamos con su antiguedad. Me costó sólo un euro y la zampé de un día para otro.

   Me resulta simpático el inspector Maigret. No sabría decir por qué: no es un héroe de acción, y tampoco es dado a frases ocurrentes. Tira de experiencia, y lo observa todo antes de decir algo: paisaje, cosas y sobre todo gente. De vez en cuando aparece la señora Maigret, que si hace falta le pone los pies en la tierra. Y le gusta comer. El escritor Georges Simenon publicó su primera novela en 1931, y durante 42 años publicó 75 novelas y unos cuantos relatos. Yo habré leído diez o doce novelas.

   Como decía, acabé la novela enseguida y recordé que tenía un dvd con el personaje. Éste dvd sí lo habia visto, no como en Perdición. Hacia 2007, la revista Cinemanía publicó una serie de dvd con el título de Clásicos Ocultos, con dos títulos de cada vez. En éste dvd, el primero era una historia con Barbara Stanwyck y un jovencísimo Kirk Douglas. El segundo era una película francesa de 1958: El comisario Maigret.

   El título original se podría traducir como Maigret tiende una trampa; está cazando un asesino en serie con fijación por las morenas en medio de un gran calor. El comisario Maigret está interpretado por Jean Gabin, ya un veterano del cine por entonces. Repetió personaje al año siguiente con Maigret en el caso de la condesa. Esa ya no la vi.

   La película es buena, con un ambiente agobiante, y Gabin actúa sobrio y eficaz. La foto de modelo viene de un cuadernillo apaisado que venía con el dvd y reseñaba ambas películas. Al volver a ver la historia, noto que la imagen es de una escena en la que el comisario se adentra en callejones, estudiando la ruta de escape del asesino. Es una escena casi sin palabras y no es larga, pero se toma su tiempo, sin prisas.

   El fondo me quedó mejor de lo que pensaba, pero tuve problemas con la cara. El escorzo en tres cuartos falla si no mantienes las proporciones. Tuve que reducir la altura de la nariz (un fallo muy mío), y bajar la copa del sombrero: al principio parecía una chistera. Es posible que me haya quedado ligeramente más gordo de lo que realmente era, pero mantiene el parecido. Y me gusta la corbata.

   ¿No te gusta el jazz? Pues vaya...

   https://periplosporelparamo.blogspot.com/2025/06/cassette-de-dizzy.html

   No pasa nada, más para mi. Bueno, eso es todo por ahora. Cuidáos todos, nos vemos pronto. Un saludo.
   


021
Furgoneta Volkswagen, al lado Confitería Brisamar

 Bueno, antes que nada, un par de apuntes de la anterior entrada, la del reloj de sol. Joaki-007 me recordó su serie fotográfica sobre relojes de sol, y he de confesar que si no hubiese visto sus fotos a lo mejor no se me habría ocurrido hacer dibujo del tema. Así que gracias, compañero, por darme la idea.

   Y dos: Larocuky (gracias también) me habla de dos relojes de sol que también hay en Gijón... y no sé cómo no los recordé: uno está en el paseo del Rinconín, cerca del Sanatorio Marítimo y a unos metros de la estatua de la Madre del Emigrante (conocida como La Loca del Rinconín por su aspecto), en el que uno se pone de pie sobre una marca para hacer de gnomon y ver la hora con su propia sombra. Pero bueno, al Rinconín sólo voy de vez en cuando. El otro está en la fachada de la joyería Manuel Coletes, en la Avenida Schulz, y ahí tengo que reírme porque está a sólo tres bloques de dónde tengo el trastero. Que menudo despiste. En fin, escribir me da a veces trabajo, y al ordenar ideas algo se me acaba yendo fuera. A veces, dos neuronas.

   Y ya, nos ponemos con el dibujo. Hice la foto de modelo en la calle Castro Romano a principios de Abril, cuando iba a una comida familiar. Las furgonetas Volkswagen clásicas me gustan; no sé lo cómodas que seran por dentro o cómo se conducen de bien, pero me gusta su aspecto. A lo largo de mi vida habré visto como una docena en distintos grados de conservación, pero sólo pude dibujar los restos de una. Y ésta en concreto está en perfecto estado, de hecho tenía etiquetas de vehículo clásico. Imagino que estaría tuneada hasta las amígdalas, pero parecía salida de fábrica. Así que saqué un par de fotos, elegí la que saqué en escorzo de tres cuartos.

   La furgoneta estaba aparcada al lado de la Confitería Brisamar, la de la fachada morada. Una de las señales de circulación estaba tapada porque en aquel momento estaba la calzada en obras y habían cambiado temporalmente la dirección de tráfico. Al otro lado esta el edificio de El Planeta (es un bar restaurante, nada que ver con Superman) y detrás es un edificio de la Junta del Puerto, abandonado hace años y retirada su califación de edificio histórico para que construyan en su lugar un hotel de cinco estrellas (yupi, justo lo que necesitaba el barrio.. es sarcasmo).

   La foto de modelo tenía la trasera de un coche y un par de personas que quedaron medio tapadas por la furgo. Las eliminé, no añadían nada al dibujo. Al ser un escorzo, la peerspectiva de los edificios está un poco exagerada, pero como tiene un color alegre no perjudica. Quizá la furgoneta podría hacerla más oscura, para hacer contraste, pero estaba tanteando y todavía doy gracias por poder sacar los reflejos del lateral. También me gustan los reflejos de las lunas. Está dibujada en papel Bristol y eso ayuda

   Lo único que de verdad me falla es la rueda delantera que me quedó como torcida. Por lo demás, feliz como una perdiz.

   Y puestos a estar alegres, mirad ésta sonrisa:

   https://periplosporelparamo.blogspot.com/2025/05/pin-de-smiley.html

   Si en vez de en la ropa, la llevas en la cara, miel sobre hojuelas. Cuidáos, gente, nos vemos pronto. Un saludo.

033
Salustio Regueral esquina Blanca de los Ríos

   Salustio Regueral fue un político del Partido Conservador que promovió a finales del siglo XIX el proyecto del Puerto del Musel. Blanca de los Ríos era escritora y colaboraba con la Institución Libre de Enseñanza.  No sé si ambos coincidirían alguna vez en vida, pero en Gijón son dos calles cercanas a la Plaza del Carmen, por detrás del edificio de la Seguridad Social.

   Y en la esquina del edificio en que coinciden ambas calles, a mitad de la altura del primer piso, hay el único reloj de sol que yo conozco de Gijón. ¿Habrá otros? Puede, pero yo no los he visto. O no los recuerdo.

   De todos modos, es un reloj de sol bastante particular, porque está entre callejas y no le da el sol todo el día. Yo diría que entre un par de horas antes del mediodía y otras dos después, así a ojo. Así que para que me coincida el poder ir cuando le da el sol y hacer la foto necesito algo parecido a una alineación planetaría. Algo como el 28 de abril.

   Las condiciones del 28 de Abril fueron perfectas: era un día soleado, volvía del dentista de poner un empaste y tuvimos el Gran Apagón, que todavía estamos discutiendo si fue por esto o por lo otro (y lo que queda, que la investigación dicen que va a durar meses). Y aproveché para hacer la foto con el móvil. No hacía cinco minutos que me había dado cuenta de que todo estaba apagado y aún no tenía plena conciencia de la situación. Por la tarde estaba en un bazar buscando pilas usando el móvil por linterna y preguntándome si me iba a durar la batería hasta que pasase el apagón (duró).

   En fin, la cosa pasó y miré la foto. Fotos, en realidad: hice cuatro. La que más me convencía me salió un poco torcida, pero me recordaba algún cartel de diseño de los años 30 y tiré por ahí. A fin de cuentas, el reloj en sí es una losa colocada de través en la esquina, poco más que un rectángulo. Necesitaba algo que le diese interés. Mantuve el reloj centrado a lo largo, pero un poco subido para poder meter la farola, que me ayudó a proporcionar la escena. El brazo de la farola tiene un poco forzada la perspectiva, pero aun así creo que luce bien

   Aquí tuve que usar la regla sí o sí. Sólo para mantener firme la esquina y hacer las hiladas de azulejos de la fachada ya me hacía falta. El balcón cerrado apenas se ve, pero su color azul equilibra un poco el tema de luces, ya que el otro lado tiene bastante sombras, en morado. Queda muy luminoso todo, y me gusta. Tengo duda de si tendría que haber quitado el canalón del lado de la farola, pero no parece desentonar.
 
   Aquí tenéis un aviador de los clásicos:    

   https://periplosporelparamo.blogspot.com/2025/05/pin-de-aviador.html

   Sólo tengo la cabeza, el resto viene a plazos. Cuidáos, nos vemos pronto. Un saludo.

027
Barbara Stanwyck y Fred MacMurray en Perdición

   Cuando hice hace una semanas hice el retrato de Ava Gardner, recordaba algo de La condesa descalza porque la había visto hacía años por la tele. En cambio, Perdición, de Billy Wilder, que era la otra película del libro del que saque la foto de modelo de Ava, había oído montones de cosas sobre ella, me parece recordarla comentada por su propio director en un documental, pero no la había visto.

   Sin embargo, al hacer el retrato de Harry Dean Stanton en París Texas busque el dvd de ésta última y me di cuenta que también tenía Perdición en un dvd sin ver: un programa doble, que tiene Los niños del Brasil, donde sale Gregory Peck haciendo de nazi. Vi la de Perdición, al fin. Me queda pendiente la de Gregory Peck, a ver más adelante qué tal.

   No sé por qué el título de Perdición (misterios de la publicidad, la censura, o una mala digestión) porque el título original es Doble indemnización, que es el motivo por el que el agente de seguros Walter Neff (Fred MacMurray) y Phyllis Dietrichson (Barbara Stanwyck) deciden matar al marido de ella. La cosa no funciona como ellos esperaban, eso ya se sabe al poco de empezar la película: la historia es un enorme flashback en el que el personaje de MacMurray cuenta en una grabación a su jefe (un genial Edward G. Robinson) cómo todo se torció.

   La película, sin duda, es buena; al menos, sin duda para mí. La violencia aparece sólo en un par de momentos y de modo muy solapado, pero la fotografía ayuda a crear un ambiente tenso, que se enrarece a medida que avanza la acción. La historia original es de James M. Cain, el autor de 'El cartero siempre llama dos veces', y en el guión colaboró con Billy Wilder el novelista Raymond Chandler, creador del detective Philip Marlowe.

   La foto de modelo es del mismo libro de la colección Programa Doble que reseñaba también La condesa descalza. No recuerdo el momento exacto de la película, pero poco importa: es una escena de interior, en la que se ve a un Walter confiado de sí mismo y a una Phyllis interesada y al mismo tiempo distante. El personaje de Phyllis habla más bien poco, lo dice casi todo con la expresión de su mirada.

   Estoy muy satisfecho de la parte de iluminación: el rotulador blanco, bien usado, da el contraste necesario a la aguada. La blusa de Barbara parece una complicación, pero una vez definidas las arrugas de los pliegues es sólo apoyarse en ellas. Tanto el fondo como la pantalla de la lámpara en primer término son de acuarela negra. Para que el fondo tuviese algo de textura, apliqué el pincel de estarcido que he usado otras veces en tinta china; fue una decisión sobre la marcha que quedó mejor de lo que pensaba.

   Ya, por tirar piedras a mi propio tejado, admitir que la mano izquierda de Barbara no me acaba de gustar. Quedó como arrugada, y traté de arreglarlo luego con el rotulador, espero que no se note mucho.

   Uno que todavía no ha vuelto del puente:

   https://periplosporelparamo.blogspot.com/2025/05/isidoro.html

   Y ya. Nos vemos pronto, si no se vuelve a torcer algo. En cualquier caso, cuidáos y un saludo.

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