Al lado de la marquesina en Los Campones

   Ya he hablado alguna vez del trastero donde tengo mis cosas. Se da el caso que está en un  polígono de Tremañes y vivo en Cimadevilla; a efectos prácticos, vivo a cinco minutos a pie del centro de Gijón y tengo el trastero en los límites urbanos de la ciudad. Menos mal que es una ciudad pequeña; aun así, es hora y media a pie. Así que voy en bus.

   La marquesina donde suelo pillar el autobús de vuelta a casa tiene a un lado una casa vieja, de planta baja. Es de piedra y, como se ve, puertas y ventanas quedan cegadas a ladrillo. A pesar de las tejas que se ven, está sin tejado. Y hay un pájaro encima, y todo. No sé, supongo que es el atractivo de las ruinas.

   En Enero hice la foto de modelo e hice el dibujo en la libreta de papel coreano, a tamaño a6. Un lado de la fachada queda inclinado, pero no es que se caiga la pared; es que la foto no me salió recta y decidí dejarla así. El suelo sí tenía desnivel en su acceso a la Avenida Los Campones.

   La piedra era más gris, y más oscura. De todos modos, intenté imitar el tipo de piedra, de corte irregular, con distintos tonos de ocre. No es lo mismo, me hubiera gustado un poco más contrastado, pero tiene un pase.