Indiana Jones hacia Siracusa

  La asistencia a un cursillo, un par de obras menores en casa y el repintado de las paredes me ha dejado con pocas posibilidades de dibujar a gusto; el calor tampoco ayudaba. Pero bueno, como decía el viejo blues, "estoy aquí". Y continuamos en tres, dos, uno..
   

   Cuando se estrenó "En busca del Arca Perdida", las películas tenían sólo tres vías comerciales: el cine, dos canales de tv y un incipiente mercado de alquiler de video. Muy probablemente, la cantidad de títulos a estrenar era menor que ahora, pero si tenías exito en un primer estreno, había la opción de un segundo estreno en la temporada de verano. Creo recordar que vi esa película en su tercer estreno, algo poco habitual, y fue en el Cine Albéniz, que ahora es una sala de baile.

   Para el que no haya vivido esa época, resulta difícil explicarle lo que representó el personaje de Indiana Jones, porque influenció enormemente a toda una serie de películas y videojuegos: las películas de la Momia, con Brendan Fraser, y TODOS los juegos de Tomb Raider y Uncharted no habrían existido sin él, y son sólo tres ejemplos. Pero en su estreno, tan sólo era inicialmente una especie de homenaje a los seriales de cine en blanco y negro. Y no había entonces nada parecido.

   En cualquier caso, para mi el personaje se convirtió en un compañero de viajes imaginados desde entonces, y he visto todas sus películas en el cine. Así que la semana pasada fui a ver la última, Indiana Jones y el Díal del Destino. Y bueno, creo que fue una bonita despedida. No es la mejor película, pero tampoco la peor (te miro a ti, Calavera de Cristal), y se nota que no está Spielberg en ella. Aunque, ojo, James Mangold es bueno. Afortunadamente, aún nos queda John Williams y los nazis son los malos; como debe ser.

   Pero está bien así, porque esta no es una aventura más: es el final de la línea, la aceptación de que todo tiene un fin. Su remate no es épico, como en la Última Cruzada, porque ese tren ya pasó. Así que se elige una conclusión (sin spoilers) más íntima y emotiva, en su sencillez. Dudo que Harrison Ford vuelva a hacer otra película como Indiana, y personalmente yo no aceptaría a nadie más en su papel. Sólo queda disfrutar de lo vivido y agradecerlo a quien corresponda.

   Y el dibujo habría sido un buen homenaje al personaje si no le hubiese hecho una barbilla más cuadrada. Juro que en el boceto a lápiz tenía más parecido, pero estaba empeñado en resaltar los brillos y me perdió el entusiasmo. No aprenderé.

   La foto de modelo es la portada de la revista Dirigido Por del mes de Junio. Representa a Indy a bordo de una especie de yate que se dirige a Siracusa, en Sicilia. Para el por qué... tendréis que verlo en los cines.

   El dibujo lo hice en la libreta japonesa, a tamaño cuartilla. Usé un pincel redondo del 2 para la tinta china y uno del 10 y otro del 2 para la aguada. Para el fondo (una toldilla, creo) usé de nuevo el pincel de estarcir que usé en el retrato de samurai.

   Si tapáis el retrato justo debajo de la boca, creo que todavía podréis sacarle parecido, ¿no?

   ¿No?¡Vaya..!