Podía haberse llamado Bruno, Julián o Moskovitz (por decir algunos nombres), pero el caso es que Oscar es el nombre que se me ocurría mientras lo dibujé. Y no conozco a nadie con su cara.
Hoy estaba un tanto espeso para dibujar por la calle y no quería volver a hacer estrellas de cine (aunque no he dejado el tema). Pero quería dibujar con el pincel.
Decidí hacer un dibujo sin modelo. Después de un par de intentos a tamaño pequeño que no me convencieron, hice este a tamaño folio. Lo hice a pelo: sin bocetos y casi sin matizar el trazo del pincel. Fue un modo de soltarse un poco y evitar agarrotamientos.
Necesito prácticar con mucha más frecuencia el trabajo con modelos, sobre todo las figuras completas. Pero de momento, vamos poco a poco.