Una mirada a la primavera.....
¡QUE TENGAIS UN BUEN FIN DE SEMANA!
Salud!
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¡CUATRO AÑOS TRABAJANDO GRATIS PARA LA BANCA!
Para poder hacer frente y liquidar la deuda total que la economía española tiene contraída con el capital extranjero, España, es decir, los españoles necesitaríamos estar alrededor de cuatro años trabajando como esclavos, prácticamente gratis para nuestros acreedores, consumiendo únicamente lo indispensable para no morir de hambre y poder volver al día siguiente al trabajo, a producir la riqueza necesaria para devolver lo adeudado. La imagen sirve para hacerse una idea de lo que esta gente nos tiene preparado para el futuro inmediato.
Como puede verse en el gráfico, los bancos alemanes y franceses son los dueños, con diferencia, de la mayor parte de la deuda española. Ellos solos suman prácticamente el 50% de la deuda que mantiene la banca española con el exterior.
Y están decididos a proceder exactamente de la misma manera que los bancos españoles lo hacen con nosotros. Todo el clima de opinión creado estas semanas por la prensa económica europea acerca de la deuda española, no busca otra cosa que crear las condiciones políticas para que banqueros alemanes y franceses puedan aprovecharse de la situación dependiente que provoca nuestro endeudamiento con ellos, para vampirizarnos al máximo.
De forma que las enormes pérdidas que la crisis mundial les ha provocado no tengan que pagarlas ellos, sino que sean cubiertas, en todo o en parte, por sus deudores. Es decir, por nosotros.
Todos hemos sufrido en nuestros propios bolsillos cómo a lo largo de 2008 y 2009 la banca española ha conseguido, pese a la crisis, mantener su nivel de beneficios aumentando las comisiones, ampliando el diferencial entre el interés al que reciben dinero del Banco Central Europeo (el 1%) y el interés al que prestan (4 o 5% en hipotecas, 10 o 12% en créditos al consumo), poniendo en marcha las fraudulentas cláusulas sobre el “suelo” de las hipotecas o comprando deuda pública que les renta un 3 o un 4% de intereses que tendremos que pagarles nosotros, vía impuestos del Estado, en los próximos años.
Las turbulencias desatadas sobre la deuda o las bolsas españolas en las pasadas semanas anuncian que quieren pasar a una nueva etapa. En ella lo que buscan es que, además de alimentar la cuenta de beneficios de bancos y monopolios españoles, dediquemos aún más horas de trabajo y de nuestra vida a pagar las deudas que ellos han ido acumulando.
Pretenden imponernos un drástico plan de ajuste, que significa dos años más de trabajo produciendo plusvalía para ellos, con sueldos más bajos, pensiones menores, recortes de gastos sociales y subidas de impuestos, porque ahora no se trata ya tan sólo de sostener con nuestro trabajo los beneficios de la banca española, sino también los de la banca alemana y francesa.
La ecuación, para ellos, es sencilla y ha sido dictada en las grandes plazas financieras de Francfort, París y Londres: cambio deuda de la banca española por plusvalía de los trabajadores españoles.
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Vista del tablero de ajedrez que hay expuesto en el taller!
Esta tallado en granito negro y tiene unas medidas de 65cm*65cm*4cm
¡BUEN DIA a TODOS!
Salud!
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GANANCIAS AL DOBLE!
Ahora que este gigantesco volumen de endeudamiento ha llegado a su límite y no va a más, ahora que la crisis financiera mundial ha “secado” las fuentes de donde procedía la liquidez necesaria y ha llegado el momento de empezar a devolver, y con unos intereses crecientes, la deuda acumulada, sólo en ese momento aparece la deuda pública en escena como factor desencadenante de los planes de ajuste que tratan de imponernos.
Cuando en septiembre de 2008 cayó Lehman Brothers y colapsó el sistema crediticio internacional, los máximos dirigentes de los dos grandes bancos, Santander y BBVA diseñaron el plan de rescate bancario que el gobierno Zapatero se apresuró en aplicar. Gracias a él, la deuda pública española, que se había mantenido a un nivel muy por debajo de la de las grandes potencias europeas, empezó a dispararse, acumulándose un déficit fiscal que este año ha llegado ya al 11,4% del PIB.
A través de un diabólico mecanismo, los mismos bancos que habían consumido el grueso de los recursos públicos origen del aumento del déficit, se han dedicado a comprar durante 2009 gran parte de esa misma deuda pública emitida para tapar sus agujeros y reponer sus pérdidas. Sólo que, mientras reciben dinero a manos llenas del Banco Central Europeo a un interés del 1%, acumulan títulos de deuda pública por el que cobran un interés del 4,5%. Interés que es el que ahora vamos a empezar a pagar todos nosotros en forma de subidas de impuestos, tasas, arbitrios o recorte de gastos sociales en servicios básicos como las pensiones, la educación o las infraestructuras.
Cumpliéndose así aquello que dice Marx en El Capital de que “la única parte de la llamada riqueza nacional que entra real y verdaderamente en posesión colectiva de los pueblos modernos es la DEUDA PUBLICA!
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Miradas desde el taller.......
Uno de mis ultimos trabajos en piedra!
¡QUE PASEIS UN BUEN DIA!
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El ASUNTO DE LAS CESIONES DE CREDITO.
El Santander montó en los años 80-90 una trama para captar clientes de alta posición económica en los que la titularidad de las cuentas de éstos estaban a nombre de otras personas para escapar al control de Hacienda y no pagar impuestos. De poner las cuentas a nombre de otros titulares se encargaba el banco, la red de oficinas extendida por toda España, y se buscó a gente que no se enterara de lo que estaban haciendo.
Se hizo figurar como contratantes del mecanismo ideado para defraudar al Fisco a monjas de clausura, indigentes, enfermos terminales, mendigos, incluso personas que ya habían fallecido o a emigrados a Venezuela que desconocían que su nombre estaba siendo usado como tapadera de una nómina inacabable de miles de defraudadores (más de 47.000 operaciones, 426.000 millones de pesetas ocultados) a Hacienda atraídos por los reclamos de “opacidad” del Banco de Santander, que en aquel momento llegó a sacar un anuncio, con una palmera de fondo y todo, en que se sugería “ven al Paraíso Fiscal, ven al Santander.” Junto con la guerra de las “supercuentas” este fue uno de los movimientos que encumbró a Botín como jefe la oligarquía y mayor banquero del país, literalmente le robó (además de a Hacienda) a los otros bancos sus mejores clientes.
El asunto salió a la luz, Botín tuvo que ir a juicio y cuando ya estaba a punto de ser condenado, salió el Tribunal Supremo inventándose una nueva norma -que desde entonces se conoce como "doctrina Botín"- que anulaba todas las anteriores –y que, ojo, tampoco se le ha vuelto a aplicar con posterioridad a nadie– y que decía que las acusaciones populares no tenían capacidad jurídica para llevar adelante un juicio si el fiscal retiraba la demanda y la acusación particular llegaba a un acuerdo con el denunciado. En el caso de Botín, la fiscalía retiró la demanda, la acusación particular llegó a un acuerdo, y las acusaciones populares no pudieron seguir adelante con el juicio, por lo que Botín quedó exonerado de cualquier responsabilidad económica o penal.
Para rizar el rizo, entre medias de un caso que se preveía que duraría varios años, la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, la que veía el caso, dirigida por el juez Gómez Bermúdez (el que fue después el juez de los atentados del 11-M), aprovechó falsamente una modificación de un artículo del procedimiento procesal –que sólo había cambiado su número en el ordenamiento, no su contenido–, dictaminando que eso bastaba para aceptar la demanda de los abogados de Botín para que no se sentará todos los días que duró el juicio en el banquillo de los acusados. Tampoco se conoce que después de ese caso se haya invocado ese cambio para permitir a un inculpado que no se siente en el banquillo.
Otro ejemplo de creación de un espacio de impunidad ad hoc (hecho a la medida) es el de los Albertos, dos prominentes miembros de dos de los clanes históricos y de mayor renombre de la oligarquía (los Cortina y los Alcocer, varias veces ministros con Franco) que también fue un escándalo. Vendieron por una auténtica millonada a los kuwaitíes los terrenos donde después se levantaron las torres KIO. Pero lo ocultaron a sus socios, haciéndoles creer que lo habían vendido a un precio muy inferior, quedándose ellos con el resto del dinero, que invirtieron en la constructora ACS, la de Florentino Pérez y los March de los que hoy son sus segundos mayores accionistas, en el Grupo Prisa y en otras empresas monopolistas. Tras las denuncias de sus socios, todos los tribunales fueron fallando en contra de los Albertos, en un caso tan claro de robo y estafa. Todos, hasta que el último recurso de los Albertos ante el Tribunal Supremo fue convenientemente dilatándose en el tiempo, hasta que el Tribunal lo tomó en consideración... para absolverlos porque tras el tiempo transcurrido los delitos habían prescrito.
Esta actuación de las estructuras jurídico-políticas del Estado en favor de estos miembros de los núcleos oligárquicos, creando espacios de impunidad para su corrupción, robo y saqueo, contrasta por oposición, por supuesto a como actúa esa misma justicia con las masas, pero también con la realizada con otros poderosos, pero menos, considerados como advenedizos por la propia oligarquía financiera, como Ruíz Mateos, Mario Conde o De la Rosa. Su condición de "advenedizos" para la clase dominante hizo que, a diferencia de aquellos, sí tuvieran que pagar sus robos con la cárcel, con su fortuna, o con ambas cosas.
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Relieve en piedra arenisca de Uncastillo(Zaragoza)....
Lo tengo puesto en el huerto....cosas mias!!
¡QUE PASEIS UN BUEN DIA!
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Clases de corrupción, corrupción de clase
Televisiones, periódicos, radios y todos los medios de comunicación han puesto estos días el grito en el cielo al revelarse, tras el levantamiento del secreto del sumario, los robos del grupo de delincuentes de poca monta organizados en torno a la trama Gürtel. ¿Pero acaso esto tiene algún otro valor o interés que el de conocer las irrelevantes andanzas de unos no menos irrelevantes personajes y las mediocres fortunas que han amasado en unos años? ¿Qué se busca al poner todo el foco de atención en los regalos que repartía a diestro y siniestro “el Bigotes” o los chanchullos de “Don Vito-Correa” con alcaldes y concejales del PP?
Para las marxistas, la trama Gürtel tiene en todo caso el valor de servirnos de motivo para preguntarnos sobre el alcance y las formas, sobre los modos y las clases de corrupción que existen en las sociedades de capitalismo monopolista de Estado desarrollado.
A los de la trama Gürtel los han pillado, en definitiva, porque la suya es una clase de corrupción que no tiene cabida en el ordenamiento legal. Otros robos y corrupciones a mucha mayor escala que la suya, por el contrario, están perfectamente legalizadas por el Estado monopolista. Es éste el que establece que hay distintas clases de corrupción, porque es corrupción que corresponde a distintas clases. Si uno roba un millón es un delincuente, pero si robas miles de millones, más temprano que tarde esa clase de corrupción acabará legalizada.
Todo el problema de la corrupción es, en última instancia, el problema de qué es lo que está legalizado y permitido y lo que no lo está en cada país, por cada Estado. Y lo que determina qué clase de corrupción –y qué corrupción de clase– es aceptada y aceptable, es la colocación que cada uno de los países ocupa en la cadena imperialista, su mayor o menor fortaleza económica, política y militar, el lugar que cada oligarquía posee en la cadena de operaciones del capital financiero a escala internacional. Los altos directivos de la banca norteamericana que idearon un sistema de ingeniería financiera (las hipotecas subprime) a través de la cual organizar un gigantesco robo a escala mundial por valor de varios billones de dólares, son considerados como unos “genios de las finanzas”. ¿Podría cualquier otra oligarquía financiera que no fuera la yanqui, por su posición en la cadena imperialista, tramar una estafa así y salirse de rositas?
Si hiciéramos un recorrido por los principales países del mundo, en todos ellos encontraríamos esta misma realidad: hay clases de corrupción y hay corrupción de clase. Están los carteristas, están los atracadores y están también los ladrones de “guante blanco”. Para los dos primeros el único destino es la cárcel. Para los últimos ya se encarga el Estado de aprobar la legislación necesaria para que sus robos y delitos adquieran el marchamo de legalidad. Incluso aunque, como en el caso de Botín, hayas utilizado a los muertos para ayudar a tus mejores clientes a estafar a Hacienda mediante cesiones de crédito, cobrando una suculenta comisión por ello.
Cualquier Botín del mundo, es decir, cualquier personaje situado en el corazón de la oligarquía financiera, encontrará rápidamente a un tribunal superior que hallará la forma de crear expresamente para él la figura jurídica que les exonerará de sus delitos y robos, pasados, presentes y futuros. El Estado se encargará de ir legislando para legalizar su robo. Y los mayores o menores espacios de impunidad son directamente proporcionales a la posición que ese Estado ocupa en la cadena imperialista. Pero en todos lo casos, de lo que estamos hablando es de una clase de corrupción, directamente protegida, aceptada y amparada por el Estado, que es una corrupción de clase, y que implica la estafa, el robo y el saqueo a gran escala, legalizado y pagado por la mayoría de la población. Evidentemente, los chanchullos y pequeños robos de la trama Gürtel no entran, ni de lejos, en esa categoría. La suya es “otra” clase de corrupción y robo, una corrupción ajena a la de la clase dominante. Y por eso su destino final inevitable no podía ser otro que la cárcel.
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Net-Art luis
Dibujo digital de la "lengua de gato" y de mi mismo!
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QUIEREN NUESTROS AÑOS DE VIDA!
Ya se atreven hasta con la sanidad. Primero pulverizaron la jubilación a los 67 años, después metieron mano al recorte de las pensiones, o anunciaron una nueva reforma laboral. Ahora han aprobado en el parlamento la subida del IVA, y sobre todo han puesto sobre la mesa un “plan de austeridad” -eufemismo para no mencionar la palabra “recortes”- para la Seguridad Social.
Quieren reducir un 25% nuestro salario, con el único fin de salvaguardar los multimillonarios beneficios de la banca. Y ni siquiera ámbitos tan sensibles como la sanidad escapan al rigor de sus tijeras.
Si en EEUU, en la misma capital del imperio, se está celebrando una histórica reforma sanitaria, que ampliará las coberturas universales, aquí, en España, el gobierno de Zapatero prepara el camino hacia severos recortes sanitarios.
De cada principio activo sólo quedará cubierto el fármaco que sea más barato, una vez demostrada su eficacia y eficiencia.
Ya han hablado de la retirada de algunos medicamentos financiados por la Seguridad Social, o que ésta sólo cubra el más barato. Han puesto sobre la mesa la congelación de las plantillas sanitarias. O incluso proponen la ampliación del “copago”, es decir que tengamos que pagar cuando acudimos a la consulta de un médico.
Podemos imaginarnos el impacto de estas medidas entre el gran número de trabajadores o pensionistas cuya salud depende únicamente de la sanidad pública.
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