Las emociones son respuestas de nuestro cuerpo que nos ayudan a sobrevivir de una manera eficaz, nos ayudan a adaptarnos, a motivarnos y a comunicarnos con los demás. Pero cada una de ellas, tiene una función concreta. Por ejemplo, el miedo nos ayuda a escapar de posibles peligros, la ira nos motiva cuando sentimos que nuestros objetivos se están viendo frustrados y la tristeza nos acompaña durante las pérdidas y nos ayuda a procesarlas.
Cuando sentimos una emoción se producen cambios en el modo de pensar, en nuestra atención y en nuestros recuerdos. Por ejemplo, no pensamos de la misma manera cuando estamos felices que cuando estamos tristes. Y en el plano conductual, cuando estamos activados emocionalmente, dependiendo de la emoción que sentimos, nuestro cuerpo nos pedirá realizar una conducta u otra. Si te das cuenta, nuestro cuerpo es una máquina perfecta que se ha ido puliendo durante miles de años de evolución para ayudarnos a seguir vivos como especie. Desterremos de una vez la idea de que algunas emociones son indeseables. Todas nos ayudan.
(Jesús Matos)
Parece ser que no hay emociones buenas y emociones malas, todas nos ayudan a desarrollarnos y tienen una función en nuestro cuerpo, pues nos hacen sentirnos vivos, estar alertas y a procesar todo tipo de momentos, tristes o alegres. Todo vale para algo en esta máquina perfecta como es nuestro cuerpo. El secreto está, en mi opinión, en saber armonizar todas la emociones y darle el lugar que necesitan. Como dice José Antonio Marina, se trata de "dirigir bien el comportamiento, eligiendo las metas, aprovechando la información y regulando las emociones".
Una emoción está dentro de otra, que la contiene y la regula: el miedo puede regular la ira y la tristeza, aunque no lo parezca, nos ayuda a manejar una pérdida. Algo así como este mininacimiento que acabamos de comprar, de artesanía, en el que cada imagen contiene a otra. En el hueco de San José está la Virgen que suponemos sentada y dentro de ella la cunita con el Niño dentro. Espero que os guste. Es muy sencillo pero curioso. Y me despertó una emoción de ternura...
Besos.
El problema (y estoy de acuerdo con todo lo expuesto) es que cada ser humano tiene una emoción predominante, y es un tanto difícil encontrar esa armonía de la que habla Maravillas. Pero en lo emocional, como en todo, la virtud está en el punto medio, en el equilibrio. El mininacimiento es una chulada, pero a mí me parece que la Virgen está arrodillada.
Bona nit .
Pues si que es precioso este mininacimiento.Precioso y a la vez muy curioso.
Esto de coleccionbar nacimientos me está gustando...os aplaudo la idea ,que yo coleccionista tambien , nunca lo habia pensado hacer .
Está muy requetebién .
Yo tambien creo que todas las emociones nos ayudan a ser muchas veces mas fuertes y pensar que la vida en realidad , es una sucesión de emociones y de vivencias .Y hay que llevarlas lo mejor posible , las buenas y las malas.
Por aqui ha estado todo el dia lloviendo...e inundaciones por la zona incluso.
A pasar buena noche y a cuidarnos ...
Buenas noches .
Un beso.
Las emociones forman parte de nosotros y es algo que no tenemos ni debemos desterrar.
Hay que sentirlas, cada una en su momento, y quizás lo que nos cuesta algunas veces es gestionarlas bien.
Pero para eso están las viviencias, la experiencia y las enseñanzas de nuestras madres y mayores.
Aunque hasta que una no va viviendo las cosas en sus propias carnes... no se termina de hacerse a la idea de verdad.
El mininacimiento está muy requetebién. A mí también me da la impresión de que la Virgen, por la postura que tiene y las manos entrelazadas, de que está arrodillada.
mandarina1981Hoy a las 07:52
Joaki-007Hoy a las 07:15
astur_82Ayer a las 23:07
eliocroca2Ayer a las 22:03
angela.69Ayer a las 18:53
