Mi vida puedo ir narrándola según los bares que he ido pisando. Un mapa emocional de fiestas, cumpleaños, tardes de aburrimiento, confidencias o citas de amor. Lo mismo me he tomado la primera que la última, he planeado viajes con amigos o terminado novelas, he cerrado la noche o brindado por la mudanza. El bar, nuestro bar, el que nos pilla cerca, el que parece una extensión de nuestra casa, es también hogar. Y, curiosamente, entre todos los bares que pisamos, yo me quedo con los menos finos, algo vulgares y de naturaleza familiar. Esos en los que se respira algo de sueño, un poco de canalla y mucho de normalidad. Esos bares en los que puedes bajar en chándal, con el vaquero viejo. Da igual. Eres conocido, te sabes el camino al aseo y os llamáis por vuestro nombre.
Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos tenido nuestro local. Nos hemos abandonado a sus disfrute, lo hemos maldecido y no hemos dado cuenta de la mala calidad de los vasos cuando hemos traído visitas. Siento, ya desde hace bastantes años, que donde sobra tontería y finura es donde te sientes bien. Sí, también, a todos nos gusta un poco el lujo y que nos bendigan con apariencias; pero la quincalla, aquello que no tiene adornos ni relumbrón, es donde más libre estás. Lo mismo que ponerse la camiseta vieja para estar en casa. Tenía razón mi padre: las cervezas en casa no saben igual que las del bar.
(Maxim Huerta)
En lo que estoy más de acuerdo con Maxim es en la última frase, que las cervezas en casa no saben igual que las del bar.
Hay personas que hacen del bar de la esquina una continuación de su hogar. No es mi caso. Pero sí reconozco que soy, somos, de costumbres fijas y que nos cuesta cambiar de lugar al que vamos a tomar un café o una cerveza habitualmente. Tiene que ser que en un momento dado, nos hayan tratado mal o que no nos hayan dado un buen producto, para dejar de ir.
No siempre hay un motivo claro por el que se escoge un lugar u otro, más corriente o más de pitiminí. Creo que en la variedad está el gusto y que ambas cosas se pueden combinar, sabiendo lo que cada local te puede ofrecer. En la cafetería del lujoso hotel Alfonso XIII de Sevilla te dan un trato exquisito, refinado, mientras escuchas de fondo alguien que toca el piano, pero quizá la cerveza y la tapa de un bar trianero te aprovecha más, el camarero es más simpático, te trata con amistad y el ambiente es más natural. Esto en cualquier ciudad. Pero una cosa no excluye la otra.
La terraza cerrada de este hotelazo tiene su aquél...
Besos.
Hombre para mi cada marca de cerveza tiene un sabor diferente jajajaj
A mí me gustan los bares tranquilos y sin grandes alardes. Con buen trato y dándote la sensación de sentirte un poco como en casa. Y no es que me echen para atrás los sitios más sofisticados, pero acaban produciendo el efecto contrario: como si te hicieran un favor y temieses meter la pata antes o después. Creo que la aclaración no es necesaria, Maravillas: arquitectónicamente es un patio, pero teniendo en cuenta que el bar propiamente dicho está en lugar cerrado, no deja de ser una terraza; eso sí, cubierta.
Buenas noches .
Hombre ...es que hay "bares" y "bares" ...y "terrazas" y "terrazas" ...esta que nos pones es un lujazo...como por ejemplo , preciosa tambien la cafeteria del Palau de la Música en Barcelona , no se si la conoces pero es una maravilla.
Estoy contigo que muchos bares són la continuacion de casa ...tampoco es mi caso ni mucho menos .nunca he sido de bares.Bueno...a tomar un cortado , pues si , pero vaya ..."entrar y salir" .Y alguna vez cuando trabajaba , algun bocadillo en plan rapido a la hora de comer ...
Ahora , pues "tenemos 3 granjitas" para tomar nuestro cortado de la mañana .3 granjitas que son fantasticas , buen trato,bonitas y confortables .Según donde vamos pues tomamos nuestro cortadito en una o en otra .
Bueno...tambien en otras pero vaya ...como tú ,somos de costumbres fijas , no solo en bares, tambien en la farmacia, panaderia ,super etc ...
Eso si , como tambien comentas , si alguna vez vemos algo "raro" en algun sitio, pues no vamos ma´s y ya está.
Faltaria más. Yo pido ante todo , buen trato , amabilidad y simpatia .Sin duda , calidad , pero bueno , lo anterior es muy importante para mi junto a la calidad -
Un beso..
Yo sin ser bebedor, no suelo tomar alcohol, me considero hombre de barra, que me gusta un bar, una tasca, una barra y te aseguro que se come mejor en esa tasca donde se te pegan los pies al andar que en el pijerio del Alfonso XII. El que se queda con esa tapa del hotel estando en Sevilla, ese no sabe comer y ni puede decir ni vender las tapas de Sevilla. He Dicho.
Espero estés bien!!! Pasa buen viernes!!! Besos y abrazosss!!!
Tiene toda la razón Miguel, hay que tomar las tapas y las cervezas en bares normales. Ahí es donde te encuentras la sevillanía auténtica.
Bares, qué lugares... Yo sí soy de bares, soy la tonta de las tapitas y del tinto de verano con limón, cerveza poca, la verdad jeje en alguna ocasión pero para comer no.
Y de copas y cafeterías... y aunque tengo más o menos mis bares habituales, si que me gusta cambiar e ir probando. Ir siempre a los mismos sitios es muy monótono y acaba por aburrir.
Yo soy más de bares "cutres", la verdad jejeje Me gusta un poco de todo, pero me encanta llegar a un bar de estos en los que el suelo está lleno de albero o de serrín xD También me gusta el punto intermedio, bares "cutres", pero a la vez algo arregladitos.
Y el pijerío superior no me gusta mucho, pero vamos, si hay que aguantarlo una tarde, se aguanta jaja
Éso sí, bar en el que encuentro cabezas de toros colgadas por las paredes... bar del que me voy inmediatamente.
Y si me quedo porque no tenga más remedio por compromiso, estoy ese rato pero lo normal es que no vuelva a ir.
gkaneHace 16 minutos
Joaki-007Hoy a las 19:00
mandarina1981Hoy a las 07:52
astur_82Ayer a las 23:07
eliocroca2Ayer a las 22:03
