BOSTEZAR

Puede ser que no estemos cansados ni tengamos sueño, pero lo normal es que si tenemos enfrente a una persona bostezando nosotros también lo hagamos, contagiados automáticamente por un impulso irremediable de abrir la boca.  Más aún si vemos a seres queridos haciéndolo, hay estudios que demuestran que el contagio será mayor cuanta más relación afectiva tengamos con el otro, familiares o amigos serán más inductores de nuestro bostezo que los desconocidos. Es un acto genético e involuntario, no es una conducta aprendida, los bebés lo hacen desde el nacimiento, también otros mamíferos, como los chimpancés, los lobos, o los perros. 

El bostezo contagioso en nuestra especie ha sido fuertemente vinculado a la empatía.Anteriormente ya se conocía que la falta de empatía se relacionaba con la inmunidad al bostezo contagioso.

(Alicia Martos)

Muchas veces nos hemos planteado por qué bostezamos. Dicen que de sueño o de aburrimiento, pero parece ser que son otros los motivos. Ayuda el bostezo a aumentar el suministro de oxígeno al cerebro, vamos, como un ventilador que además contribuye a refrescar las ideas. Quizá por eso se lo tiene asociado al sueñoo al cansancio.

Pero lo más llamativo en mi opinión es lo contagioso que es  sobre todo entre personas que tienen empatía, que son allegadas y se conocen. En cambio entre desconocidos el contagio no suele producirse.

Pues ni un bostezo de aburrimiento ni de sueño ante esta bella estampa de una noche otoñal en la Plaza Mayor de Salamanca. El fresquete nos hace mantenermos bien despiertos y el panorama no aburre nada de nada. 

Besos.