¿CAMBIO CLIMÁTICO?

Una vez más, aprovechando la confusión entre tiempo y clima que tiene la gente, los negacionistas se han vuelto a venir arriba elevando la anécdota a categoría cuestionando los datos que certifican el calentamiento global acudiendo al temporal de frío y nieve que acabamos de sufrir.  Porque no tiene nada que ver el tiempo que ha hecho esta semana o que hará este invierno con la evolución del clima en su conjunto.  Si observan cualquiera de las gráficas que muestran la evolución al alza de las temperaturas medias del planeta en el último siglo, observarán que esa curva ascendente no es una línea recta sino que avanza hacia arriba en zigzag. Y las puntas de ese zigzagueo son cada vez más pronunciadas. Los fenómenos extremos se agravan. Sequías desoladoras que dan paso a grandes inundaciones, olas de calor asfixiantes seguidas de periodos de frío intenso…

Esa alta variabilidad no solo cabe dentro de la teoría del calentamiento global sino que la refuerza. Y a quienes venimos alertando de las graves consecuencias a las que nos avoca la crisis climática Filomena no nos desautoriza, sino todo lo contrario: nos avala. Por eso apelamos a tomar nota de este tipo de episodios para ser conscientes del riesgo al que nos enfrentamos y emprender los cambios necesarios para evitar que se den cada vez de manera más grave y frecuente.

(José Luis Gallego)

Este comentario lo hemos hecho todos desde nuestra ignorancia del tema. No nos explicamos cómo es posible que con el calentamiento global, hecho clarísimo, estemos ahora sufriendo temperaturas tan extremas y la nevada del siglo. Pues parece que quienes saben de esto inciden en la idea de que sí, que todo encaja.

He leído en otro sitio que el origen de esta nevada es el calentamiento del Ártico, que manda el frío hacia el sur, como quien abre una puerta y se mete toda la ventisca helada y racheada y que al encontrarse en el centro de España con una borrasca de lluvia que vino del sur, se formó la tormenta perfecta.  Sea como sea, el resultado por aquí ha sido devastador, porque ahora la nieve no derretida se convierte en hielo y no deja que el suelo se caliente formando una capa dura y peligrosísima.

Así estaba de blanquita mi terraza esta mañana. Ahora ya parece que hay menos, pero las calles...

Besos.