CAMINAR HACIA ATRÁS

Caminar hacia atrás podría sonar como una idea extravagante, pero en realidad es una actividad con múltiples beneficios para que cada vez gana más popularidad. Aunque estamos acostumbrados a caminar hacia adelante de manera automática, cambiar esta dirección puede transformar un ejercicio común en un desafío físico y mental. Al practicar caminar hacia atrás, obligamos a nuestro cuerpo a adaptarse a un nuevo patrón de movimiento, lo que involucra tanto músculos como áreas del cerebro que no suelen activarse de la misma manera durante una caminata convencional. A primera vista, podría parecer un simple juego de niños o algo que hacemos por diversión, pero los beneficios van mucho más allá de lo que imaginamos.

Si alguna vez has intentado caminar hacia atrás, te habrás dado cuenta de que este tipo de movimiento no es tan sencillo como parece. Además de ser un reto para el equilibrio, este ejercicio implica una mayor concentración y un sentido de alerta constante para evitar tropezar o caer. Es una forma de caminar que  no sólo mejora nuestra coordinación, sino que también fortalece áreas específicas del cuerpo. En comparación con la caminata rápida, caminar hacia atrás activa diferentes grupos musculares, lo que resulta en un entrenamiento más completo y equilibrado. Además, varios estudios han demostrado que esta práctica tiene un impacto positivo en la salud cognitiva, mejorando la percepción espacial y reduciendo el riesgo de caídas, especialmente en personas mayores. En resumen, caminar hacia atrás es una excelente forma de diversificar nuestra rutina de ejercicio. No solo fortalece músculos que normalmente no activamos con la caminata rápida, sino que también mejora el equilibrio, la coordinación y la salud mental.

(Blanca Espadas)

Una idea extravagante, no. Lo siguiente, como se dice ahora. Alguna vez había leído algo al respecto y me parece innecesario además de peligroso. Será buenísimo para las rodillas, para ejercitar otros músculos, para activar la coordinación y la percepción del espacio. Y encima dicen que previene caídas. Pues muy bien , pero conmigo que no cuenten. Se lo dejo a los más jóvenes y los más osados. Si con el tiempo se van reduciendo poco a poco las reacciones a corto plazo, me pregunto cómo podemos detectar un bache o una piedra a no ser que se lleven retrovisores que ya es lo que faltaba.

Caminar hacia atrás nos recuerda al desaparecido Michael Jackson  o a los cangrejos ya que, además en este caso, es como una metáfora que indica retroceso, ir a peor. Se utiliza también para indicar que una persona está distraída fantaseando sobre algo “surrealista” o irrelevante en lugar de prestar atención a lo que corresponde. Pero resulta que los cangrejos no caminan hacia atrás sino de lado. ... en fin, un lío. Pero me apunto a la frase de  Kierkegaard: La vida sólo puede ser entendida mirando hacia atrás, pero tiene que ser vivida hacia delante” . Como en esta preciosa calle salmantina, una de las que mejor lucen en otoño, siempre hacia adelante.

Besos.