CANSINOS

 'Cansinamiento': mezcla de cansancio y hastío con toques de rabia reprimida y algo de bilis almacenada. 'Cansinamiento': cuando por muchos esfuerzos que hacemos para estar bien, nos sentimos a merced de variables que no podemos controlar ni siquiera entender. El 'cansinamiento' te deja sin energía para discutir y, lo que es peor, te deja sin sentido del humor: te dejan de hacer gracia las guasas que siempre te salvaban el día o la tarde. No es divertido. Te vuelves cansina para ti misma. Te sumerges en una especie de apatía gaseosa en la que se te quitan hasta las ganas de opinar: estás en ese estado en el que ya no sabes ni qué opinas, si es que alguna vez tuviste opinión.

Es muy raro, aunque ahora ya todo lo es. Lo que sabemos, lo que no sabemos, lo que los expertos dicen, lo que otros expertos contradicen. Las cifras, otra vez las cifras, esos números invariablemente engañosos con los que quieren que hagamos. Como una cosa que escuché en una terraza en Barcelona: «Al próximo que me pida un test de antígenos, le doy con la mano abierta».

(Isabel Coixet)

Es época de cambios, de cosas nuevas, de experiencias desconocidas hasta ahora, de sensaciones difíciles de definir y de nombrar. Por eso aplaudo el neologismo de Coixet. "Cansinamiento". que sería una mezcla de cansancio, hastío y rabia almacenada. De esforzarte en hacer las cosas bien y que no se vean los resultados. Tres dosis de vacuna, tres test de antígenos, dos mascarillas a la vez, pocos interiores, distancia de seguridad... todo eso en las "felices vacaciones" navideñas y se ven los resultados catastróficos de contagios. Y hay días que, como se dice en el texto, hasta se pìerde el sentido del humor. Intentamos sonreir a las chanzas que muchos idean, pero la realidad es tozuda. Y rara. 

Siempre se ha dicho que una persona es cansina cuando tiene su capacidad de trabajo disminuida por el cansancio o que  por la lentitud y pesadez de los movimientos revela cansancio, pero también puede ser sinónimo de persona pesada y repetitiva. Como el del chiste:

—ME LLAMAN EL CANSINO. —¿Y eso? —NO SÉ, PERO ME LLAMAN EL CANSINO. —Ya, ya. —EL CANSINO ME LLAMAN. —Que sí, joder. —ME LLAMAN EL CANSINO. 

 Pues yo creo que nos ocurren ambas cosas, hastío y hartura a la vez. Así que "cansinamiento" me parece una palabra perfecta. El leoncito no es cansino, es amoroso y bonito.

Besos.