CUALQUIER TIEMPO PASADO...

Muchas son las personas que, según van cumpliendo años, suelen pensar que los años vividos tiempo atrás eran mejores (a pesar de haber podido pasar alguna que otra penuria), sintiendo una especial nostalgia hacia aquella época. También hay quien siente una especial atracción hacia épocas pasadas , sintiendo que la forma de vivir aquellos tiempos era mucho mejor y sintiéndose muy identificados con la forma se ser, pensar, vestir u obrar que se tenía y que hubiese sido mucho más feliz de haber nacido en aquel momento.

Este tipo de planteamientos son conocidos como ‘síndrome de la edad de oro’ o ‘síndrome de la edad dorada’ y se basan en la errónea e inexacta percepción que se tiene a veces de que aquello que ya hemos vivido o vivieron nuestros antepasados había sido mejor. Según consta, ya en la mitología griega se hizo referencia a ello, apareciendo en varios escritos y en los que se describía como ‘edad de oro’ a una etapa en la que los seres humanos vivían en un estado utópico e ideal, de forma pura y con el don de la inmortalidad.

(Alfred López)

En casi cualquier momento de la vida siempre hay frase y contrafrase. A la afirmación de que cualquier tiempo pasado fue mejor, se opone la otra de que lo mejor está por venir. Y estoy completamente de acuerdo con López cuando dice que es algo directamente relacionado con la edad y con la nostalgia de décadas anteriores aunque no fueran todo lo felices que ahora podemos percibir. Muchas veces nos hemos palnteado, yo creo que todos, que de no ser en nuestra época en cuál nos hubiera gustado vivir. Y varía mucho de unos a otros. Está claro que en el futuro no, por miedo a lo que vendrá a pesar de los avances de la ciencia y de la medicina. En el pasado, pues no sabría decirlo. ¿Quién nos iba a decir que a estas alturas la vida se iba a paralizar y que íbamos a padecer una pandemia? Eso lo dejábamos para tiempos remotos y ya vemos que no es así.

Quizá más de uno hayamos caído en eso del síndrome de la edad dorada, de que generaciones anteriores a la nuestra vivieron mejor. En cambio hay cosas por las que no pasan los años, como la Catedral Nueva de Salamanca, desde una perspectiva poco habitual, en un amanecer de septiembre. La foto es cortesía de Carmen.

Besos.