El término déjà vu (“ya visto” en francés) nació en 1876 de la mano del psiquiatra Emile Boirac en relación al extraño fenómeno de la supuesta familiaridad de un individuo ante unas circunstancias que acababa de vivir. Freud y el psicoanálisis recogieron el testigo y empezaron a hablar de paramnesia, la alteración cualitativa de la memoria que nos hace creer como reales delirios o suposiciones, en su caso relacionada con traumas o recuerdos reprimidos. Todos tenemos experiencias de una sensación que nos invade de vez en cuando cuando decimos o hacemos algo como si ya lo hubiésemos hecho en un tiempo remoto, como si hubiésemos vivido muchos años antes con las mismas caras, objetos o circunstancias, con la sensación de saber a la perfección lo que será dicho a continuación como si de repente lo recordáramos.
Este confinamiento nos ha hecho volver a la idea de que vivimos una y otra vez el mismo día, cuando la realidad es que siempre vivimos el mismo día. A partir de aquí, la necesaria readaptación nos ha convertido en falsos nostálgicos de una libertad que en realidad nunca tuvimos porque nunca la quisimos en primer lugar.
(Carlos Sala)
Más de una vez he tenido yo esta sensación de haber vivido antes una cosa que me está ocurriendo en el momento. Como se puede leer tiene explicaciones relacionadas con la psicología clínica y que casi nos llevan a remontarnos al psicoanálisis freudiano. Para otros son experiencias que tienen que ver con lo paranormal, y hay quien lo explica como un retraso a la hora percibir el estímulo externo y parece que algo que vemos ya lo hubiéramos visto hace más tiempo.
Sea lo que sea, esa repetición de actos y sensaciones la tenemos estas semanas a tope, porque todos, diría que sin excepción, tenemos la sensación de repetir día tras día las mismas cosas, por lo limitado de nuestro universo vital. Por ejemplo, si yo me asomo a mi terraza cada día veo lo mismo, sin embargo, la primavera avanza y me hace salir de este bucle, porque los árboles de la foto estaban sin ramas al empezar el confinamiento y ahora lucen así de frondosos.
Vivir el día a día es lo mejor, sin importar si ya viviste o no ese momento, porque si no...
Besos.