Imagina que vas con un amigo andando por el centro de la ciudad, buscando tu cafetería de siempre. Tras cruzar una esquina, encuentras una nueva cafetería que sirve un café similar, pero cuya puerta está llena de una enorme cola de gente. Automáticamente, tu amigo se apunta a la cola y tú le sigues. “¿Qué hacemos aquí?” Preguntas. “No lo sé, pero si hay tanta gente será que este café es mejor.”
La conducta que acabamos de describir es un claro ejemplo del efecto bandwagon, también conocido como “efecto manada”. El efecto bandwagon, es una teoría psicológica según la cual los individuos adoptan ideas o conductas por el mero hecho de que una gran mayoría de personas lo han hecho previamente, a pesar de que estas decisiones choquen con sus propias creencias o razonamientos. Un claro ejemplo de ello es la tendencia individual que existe a la hora de cambiar el voto hacia aquellos candidatos electorales que puntúan más alto en las encuestas, para sentir que nos encontramos en el “lado ganador”. El concepto “efecto bandwagon” comenzó a usarse durante el siglo XIX en los Estados Unidos, haciendo alusión a la atracción que provocaban los candidatos electorales que usaban carrozas llenas de música y diversión en desfiles callejeros y que hacían a la gente literalmente “subirse al carro”. (Bandwagon, traducido al castellano: carro).
(Elena Martínez)
Efecto manada o subirse al carro o apostar por caballo ganador, estos tres conceptos están presentes en el comportamiento humano y casi sin darnos cuenta casi todos habremos sucumbido en algun momento a algo como esto que no es más que seguir una moda. Es muy curioso el hecho de que cuando vemos mucha cola en un sitio, aunque pensemos que vamos a estar más incómodos (a partir de ahora va a ser algo impensable), pensamos eso que dice esta conducta, que si hay tanta gente es por algo. Y con un comportamiento borreguil allí que nos vamos.
Y luego está lo de subirse al carro a la hora de votar. Y en eso los que hacen las encuestas son unos maestros. Aunque sean falsas y mal elaboradas, incluso si el que va el primero no es de nuestra cuerda, creemos que si tanta gente lo prefiere será por algo. Pero es tan fácil “subirse al carro” como “bajar de él” y esto es de hecho lo que hace que las modas suelan durar poco y sean tan cambiantes.
Quizá sea el momento de empezar a trabajar para fortalecer nuestra independencia y conseguir crear un criterio propio basado en valores más beneficiosos. Y dejar de lado eso de ¿Dónde va Vicente? Donde va la gente.
Para colas las que hubo en la Expo del 92.
Besos.
Buenas noches .
Cierto. Y está casi comprobado.
Un bar , por ejemplo, que esté lleno (ahora no,claro) atrae a mas gente que un bar vacio.
Porque uno piensa que si está vacio por algo será y si esta lleno ..por algo srá..y se vá uno al lleno.
Quien dice un bar , dice un restaurante o cualquier tienda .
Y es que como bien dices ..habrá que ir pensando en reemplantearse dejar eso de ¿Dónde va Vicente? Donde va la gente.
Las Chapas y las Placas de Cava ..me encantan .Ya de pequeño me gustaban , yo creo que fue una de mis primeras colecciones .
Y mañana , Martes .Como un dia cualquiera ...
Un beso.
Como bien comentas todos hemos sucumbido en alguna ocasión a este “efecto bandwagon”. A mi me suele ocurrir con los restaurantes. Si apenas tienen comensales me da miedo sentarme porque por algo la gente no entra...
Pero, fíjate, con las elecciones me ocurre al revés. Rara o muy rara vez he votado a los candidatos favoritos, para que no abusen del poder con mi voto. Suelo votar a aquellos que desde la oposición pueden ser una piedra en el zapato.
Saludos.
Pues yo no entiendo ese comportamiento borreguil, y lo considero una falta absoluta de personalidad. No se trata de llevar la contraria sistemáticamente, sino de reconocer y valorar la independencia de criterio, si es que la hay. Porque lo cómodo es no volar solo, y que a uno le marquen el camino y, a ser posible, las etapas. Quizá por eso nunca me han gustado las modas, e incluso alguna vez me he negado a plegarme a ellas.
3h de cola este fin de semana tras la apertura de Leroy Merlin… ¡Si es que parecemos tontos!
Espero que con eso de subirse al carro no nos salga Marine Le Pen presidenta. Creo que la humanidad ya tiene bastante con Trump.
Odio hacer colas y cuanta más cola hay, menos ganas me dan de ir... por mucho que "por algo sea".
Besos.
¿De la Expo 92? Pues entonces tiene tiempecillo la foto, ¿no? Casi 30 años, así a lo tonto...
Tengo un claro ejemplo de bares en La Puebla del Río con respecto a este comportamiento del que nos hablas. Está "Las Lozas", bar por excelencia en la zona, y que se llena muchísimo, e incluso en días tipo sábado por la noche, hay gente apuntada para las mesas para cuando se vayan yendo unos, la ocupan otros. Las famosas listas.
Pues bien, a unos 3 minutos está el "Bar Estación", bastante más antiguo porque lleva funcionando desde los años 50 del siglo XX. Y tiene clientela también, pero ni por asomo es ídolo de masas. Y sin embargo, mis padres y yo hemos ido muchas veces a ése descartando "Las Lozas". Que también nos gusta, pero tanta gente... parece un indicador de que es un lugar bueno, se come bien y tal, y es cierto, pero en el otro también, nada que envidiarle.
Pero la gente en general, es así.
eliocroca2Ayer a las 22:10
NaiaraDelkoAyer a las 21:15
Joaki-007Ayer a las 18:15
angela.69Ayer a las 16:18
adri133Ayer a las 02:57
