EL PAPÁ EMBARAZADO

Los síntomas suelen ser muy similares a los de las mujeres embarazadas: desde náuseas y vómitos hasta cambios de humor, cansancio o insomnio, calambres, estreñimiento… También algunos hombres manifiestan experimentar antojos, y hasta aumentan de peso casi al mismo ritmo que sus parejas. Y no es algo extraño en absoluto. El hombre que sufre síndrome de Couvade dice que la empatía con su pareja resulta un componente esencial del síntoma –y que, por cierto, suele aparecer con más fuerza en papás muy cariñosos e involucrados en todo lo relativo al embarazo-, se ha comprobado que los síntomas no son fingidos ni psicosomáticos sino bien reales. En efecto, el hombre con síndrome de Couvade manifiesta alteraciones a nivel hormonal (aumento de sus niveles de prolactina y un descenso en la progesterona). ¿Será por mimetizarse con la futura mamá?

No está descartado que lo psicológico juegue un rol esencial en el síndrome de Couvade. De acuerdo con diferentes estudios, es más común que este síndrome se dé en hombres que son hijos adoptivos, o en aquellos que no han tenido un buen vínculo con sus propios padres. Cuando se produce un embarazo después de una historia previa de infertilidad o problemas en la búsqueda también se manifiesta con más fuerza. Finalmente, aparece con más frecuencia en papás primerizos, que viven el embarazo de sus parejas con mucha ilusión y ansiedad.

(Ser Padres)

Yo no conozco a nadie que lo haya padecido pero dicen que es más habitial de lo que se cree. Está muy bien que el futuro papá acompañe a la mamá en el embrazo, que lo viva intensamente y que empatice con ella porque así comprenderá todos los trastornos que este estado entraña. Todo ello ayuda al papá a sintonizarse con su pareja y a comprender mejor lo que ella está atravesando. Pero curiosamente no es que se inventen nada es que es una cuestión hormonal, por lo visto. Cada día me reafirmo más y más en que somos pura química... Y por lo demás, los síntomas suelen desaparecer pocos días después del parto. Y seguro que después serán unos papás de lo mas entregado e involucrados.

No sé si el papá de la foto, el que compra un globo para su criatura, sufrió el síndrome de Couvade, pero sí que se le ve pendiente de su vástago.

Besos.