El pasado hace cosas extrañas. Pensando en el año que está a punto de terminar, en el que ha habido una cantidad de muertes casi sin precedentes en tiempos de paz, en el que hemos renunciado a muchas de nuestras costumbres y en el que la economía se ha desplomado, lo que dejará consecuencias duraderas, me he dado cuenta de que ahora mi pasado personal, mis recuerdos, tienen mucho más valor que antes de la pandemia, porque vuelvo a ellos con mayor frecuencia.
Las comidas con amigos en restaurantes de confianza antes eran una rutina; ahora son tan infrecuentes que las recuerdo como si hubieran sido algo excepcional, mucho más valioso de lo que me parecía entonces. He vuelto a pensar en breves viajes a ciudades del norte de Italia o el sur de Francia. En su momento, fueron bienvenidos descansos del trabajo y oportunidades para pasear, comer y ver cosas distintas; ahora me parecen una de las cosas por las que vale la pena vivir e incluso reproduzco en casa recetas que descubrí en esos viajes. Los paseos de dos horas después de un día trabajando, que antes consideraba simplemente algo necesario para airearme y moverme un poco, ahora, cuando salgo con la mascarilla y las gafas empañadas, me parecen un recuerdo irreal. Sabemos que el presente será pasado. Sabemos que volveremos a él. Pero sin la pandemia, y la desconexión de los amigos y familiares que esta ha supuesto, nunca habríamos pensado que un presente tan poco atractivo nos iba a hacer regresar tanto a él.
(Ramón González)
Esto que dice el autor nos ha pasado, nos está pasando, a todos. Valoramos ahora mucho más las cosas que hicimos en el pasado y a las que no dábamos importancia porque nos parecían lo más normal del mundo. De hecho, mucha gente se quejaba de las comidas de Navidad con esos parientes pesados y ahora las están añorando. Y en general, todos estos meses hemos vivido de los recuerdos, de aqué lviaje, de aquel hotelito con spa, de aquellos fines de semana, de pasear libremente sin mascarilla, de entrar en los sitios sin miedo, o simplemente de poder abrazarnos y besarnos unos con otros abiertamente y con naturalidad.
Pero como dice González y me aferro a ello, el presente, este presente que tanto nos hace sufrir, algún día será pasado: Puede incluso que estas navidades extrañas acaben siendo un recuerdo útil; como una canción antigua, no necesariamente feliz, que querremos volver a escuchar.
Yo también he llegado a pensar que el dinero mejor invertido es de las experiencias vividas, mejor que en una u otra posesión material. Es lo que sacaremos en limpio. Y que el presente sea deudor del pasado y todo se funda y se mezcle como en esta foto.
Besos.
Yo no estoy seguro de que dentro de algún tiempo recuerde el año 2020 como un fragmento de mi vida que me haya aportado algo positivo. Para mí ha sido un año vacío en su noventa por ciento, y esa clase de experiencias procuro borrarlas del disco duro de mi memoria. Pero claro, una cosa es desearlo y otra conseguirlo; y a mi edad pretender borrar todo un año resulta comprometido, porque el futuro no se alarga, como las sombras sobre el suelo cuando se pone el sol.
Buenas noches .
Genial esta foto como ocultando lo que hay detras ,y no lo ogra del todo porque está presente .Me encanta .
Ha sido un año duro , de recuerdos y de añoranzas .
Y desde luego ha sido un año que nos ha enseñado a saber vivir.
A darnos cuenta que nuestra vida cuando no hay problemas como los de este virus , hacemos las cosas casi por inercia ..
Los Domingos hay que salir...hay que ir a comer a un restaurante ...hay que ir al cine ...
Pero ..ay¡ cuando no podemos hacer nada de esto, es entonces cuando valoramos realmente lo que no podemos hacer y nos gustaria ...
Ya tenemos la vacuna en marcha .
Ojala todo vaya bien y no surjan problemas .
Un beso
Bona nit .
Me paso a dejar saludos
Yo me repito mucho, pero yo salvo por el confinamiento, que tiene telita, la mascarilla y demás, no he notado tanta diferencia. Bueno, y claro, viendo las noticias y la cantidad de fallecidos que ha habido. Afectarme claro que me ha afectado, pero yo he seguido haciendo mi vida más o menos como siempre. Con las prudencias y precauciones y demás, pero no he cambiado tantas cosas. He visto a mis amistades, de una manera más intermitente pero las he visto. Vivir, vivo con mis padres, si acaso he visto menos a mis hermanos y a los niños. En Navidades no han podido venir a cenar mis primos y tíos, nos hemos ceñido sólo a padres, hijos y nietos... pero vamos, ha estado animado al final y todo...
El trabajo está chungo, pero ya lo estaba antes de la pandemia, ahora supongo que lo estará más... en fin... Que claro que noto diferencias y tal, pero no tanto, la verdad.
Me encanta la flor ave del pasaiso, hace poco puse una foto de una por aquí. Y el cuadro del fondo es precioso. Genial foto.
gkaneHace 23 minutos
Joaki-007Hoy a las 19:00
mandarina1981Hoy a las 07:52
astur_82Ayer a las 23:07
eliocroca2Ayer a las 22:03
