El papel de muchas musas que cautivaron la pintura, el cine, la música o la poesía suele quedar rezagado ante el nombre de un creador, pero esto no deja en segundo plano la importancia de su rol inspirador, estimulante y catalizador de obras de arte. En la antigua Grecia se exaltaba a las musas como divinidades, hijas del dios Apolo que inspiraban la poesía, la música y el arte en general. No obstante, desde un punto de vista más moderno, no puede simplificarse el tema como un asunto de belleza. El concepto exige ir más allá de la superficialidad, la verdadera belleza que engloba carácter y esencia y que ha resultado profundamente inspiradora.
La historia de la mujer a menudo ha estado relegada al telón de fondo en la historia del hombre, sobre todo en nombre del recuento cronológico de la humanidad. Sin embargo, es cada vez más evidente que la humanidad es un género mixto y no específicamente masculino. El mundo que conocemos también se construyó con base en las propuestas, las decisiones y las figuras femeninas que instauraron cambios.
(Alejandrina S.)
Pensar en la mujer como alguien que está en segundo plano siempre, en el mundo del arte y de la creación, ha sido y es un error. La mujer como simple musa inspiradora es algo que por siempre ha existido pero es mucho más que eso, porque a veces era ella la auténtica creadora y sin embargo el artista reconocido y con nombre era quien se llevaba los honores y el reconocimiento. Estoy pensando en escultoras de la talla de la Roldana y más reciente el caso de Camille Claudel, la compañera de Rodin que tanto trabajó para que él firmara muchas de sus obras.
Está bien ser la inspiración, la musa de alguien, y al revés, podría decirse lo mismo, pero de momento la palabra muso parace que no tiene mucho sentido. No sólo la belleza es la que inspira, también y sobre todo está la inteligencia, y esto no conoce de sexos y géneros.
Y además, quien está en segundo término lo hace para destacar más por el contraste. No hay más que fijarse en la Iglesia del Arrabal en priemr plano, con la Catedral de Salamanca al fondo, un día otoñal...
Besos.
A mí, Luisa Roldán me produce mucha ternura, pero no sólo por haber trabajado (y sostenido económicamente el hogar familiar) a la sombra de su marido, Luis Antonio de los Arcos, sino por haber estado mucho más dotada que él para la talla en madera policromada. Claro que algo parecido, aunque no con tanta desigualdad, le ocurrió a su hermana María, casada con otro oficial de Pedro Roldán, Matías de Brunenque.
¡Hola!
Ya metidos en el siglo XXI, pensar en las musas como bellas mujeres que inspiran por esa condición es de mentes obtusas. Tu has nombrado una palabra clave: inteligencia.
Decía Paco de Lucía: "Siempre creí que la musa venía cuando ella quería y es mentira, llega trabajando". Otra cosa es que la novela te la escriba "un negro".
Saludos.
Buenos dias .
El segundo plano , como bien dices , muchas veces tendría que ser casi el primer plano.
Porque , las esculturas por ejemplo , cuando las vemos , lo que nos impacta primeramente es la obra ,"quien puede ser" o de quien se trata . Ya estamos viendo el primer plano. Luego,claro, intentamos curiosear para ver de quien és...
Respecto a la mujer , aqui para mi no hay primeros planos ni segundos planos ...todos somos iguales y todos merecemos estar en el primer plano.faltaria mas .
Besos .
La Roldana fue una adelantada a su tiempo, una mujer en un oficio de hombres y en una época donde la mujer era relegada. Casi todas sus obras las firmaba su padre. Murió casi sin tener donde caerse muerta como decimos por aquí. El tiempo y las investigaciones la han sacado del olvido y la han convertido en lo que debería haber sido en vida, más vale tarde que nunca aunque ya ella ni se entere.
Luego están otras mujeres que desde que empezaron están en primerísimo plano, como tu hija con sus obras escritas, dale la enhorabuena de mi parte.
Espero estés bien!!! Pasa buen lunes!!! Besos y abrazosss!!!
Hace no mucho vi precisamente una película que trataba sobre eso, sobre una mujer que era la que pintaba los cuadros y el marido es el que los firmaba y el que creía todo el mundo que era el magnífico pintor.
Muy injusto me parece.
Y de las musas, desde luego no sólo podemos quedarnos sólo con su aporte en cuanto a belleza se refiere, aportan mucho más, como tú bien dices, inteligencia.
Las mujeres, que quede claro ya para el resto del mundo, no sólo somos una cara bonita.
Tienes un comentario mío también en la actualización anterior.
astur_82Ayer a las 23:00
eliocroca2Ayer a las 22:05
gkaneAyer a las 20:48
Joaki-007Ayer a las 19:00
mandarina1981Ayer a las 07:52
