EXAGERACIONES

 En este mundo exagerado en el que vivimos, hasta los amantes de los perros sobreactúan. En la reciente (y bochornosa) retirada de las tropas norteamericanas de Afganistán se produjo el siguiente episodio. Mientras los responsables de los distintos países intentaban contra reloj evacuar a sus compatriotas y a los afganos que habían colaborado con ellos, mientras madres desesperadas entregaban a sus hijos recién nacidos a los marines para salvarlos del terror talibán, la opinión pública inglesa se horrorizaba ante la noticia de que en un refugio de animales quedarían sin protección doscientos perros. Fue tal la conmoción mediática que sólo dos días más tarde se puso en marcha la Operación Arca, auspiciada, por lo visto, por la mismísima mujer de Boris Johnson. Todavía quedaban sin evacuar cientos de ciudadanos británicos y más de un millar de colaboradores afganos abocados a una muerte segura cuando el avión fletado especialmente para los perros aterrizó felizmente en Heathrow.

«Lo más escandaloso de la Operación Arca –se atrevió a argumentar un  único periodista horas después– es, precisamente, que a nadie le parezca escandalosa». A continuación también se atrevió a hacerse eco de esta pregunta de un intérprete afgano a los responsables políticos que estaban en el aeropuerto para recibir a los canes. «¿Por qué la vida de un perro vale más que la de mi hija?». No hubo respuesta. En este mundo de sobreactuaciones y exageraciones, nadie se atreve a cuestionar ciertas actitudes que entre todos hemos pactado dar por aceptables.

(Carmen Posadas)

Parto de la base de que para mí los perros tienen muchas de las virtudes de los seres humanos sin sus vicios. Son nobles, leales, acompañan al hombre e incluso dan su vida por su dueño, pero, como bien dice Posadas, hemos llegado a un punto en el que la exageración se ve como virtud y nadie se atreve a rechistar ni a llevar la contraria a la opinión que está en ese momento de moda. Basta con leer la historia que la escritora nos traslada con ocasión de la retirada de las tropas de Afganistán. Se fue capaz de fletar un avión para traer a perros de un refugio de animales que quedaban sin protección dejando atrás a muchos seres humanos abandonados a su suerte que se augura como muy negra.

Esta operación Arca, habría estado muy bien (como lo de los perros de la Palma) si antes se hubiera puesto a salvo a los humanos. La pregunta del intérprtete afgano, tan cruda pero tan certera, se quedó sin respuesta. Yo opino como Posadas. Estamos sobreactuando.

La vaquita de Ale-hop de cartón piedra nada puede decir, solo sonríe al mal tiempo y nos desea un día maravilloso a pesar de la lluvia.

Besos.