FLORES SIN LLUVIA

En otra vida yo miraba desde la ventana de un bar
cómo la tormenta aplastaba las flores azules contra los cordones
contra las paredes
y por ese momento único de la juventud que dura muy poco
supe que nunca olvidaría esa escena en la que nada aparecía
de lo que amaba me interesaba o temía
ni novios ni odios ni otros poetas ni revistas de opinión ni
secretarios de barrio ni amigos imbuidos de una colonizada cultura pavesiana
sólo las flores azules y la lluvia
recuerdo el nombre del pueblo la hora y esa lluvia
que nunca en las décadas que siguieron confundí con alguna otra 

(Juana Bignozzi)

Bonito poema en el que nos evocan cómo la lluvia aplastaba las flores contra el suelo, toda una metáfora de lo que pasó y que ya no está. Y la lluvia como elemento que trae la escena a la memoria.

Casi sería en estos días una imagen soñada a juzgar por la sequía que nos está atenazando al menos por Castilla. Están los pantanos y los embalses casi vacíos, los grandes ríos se han convertido en tímidos arroyos y lugares conocidos por cascadas y saltos de agua ya no existen como tal. Esperemos que, como todo en la vida, y en especial la última temporada, sea algo que pase y se acabe recuperando la normalidad. 

Fijáos en este magnífico jardín vertical que está en Madrid, del que ya he puesto foto otras veces, en el edificio de la Caixa del Paseo del Prado que rezuma agua por todas partes. No quiero pensar en la idea de que tuvieran que dejar de regarlo...

Como dice la canción , tiene que llover, tiene que llover a cántaros....

Besos.