La lluvia sobre el vendedor que anuda su corbata antes de subir a casa. La lluvia sobre la visera verde del taller donde unas chicas flirtean con el mecánico que de joven se tatuó un as de corazones en el brazo. La lluvia sobre el cabello moldeado de la vieja que a duras penas consigue alcanzar un autobús que está vacío. La lluvia sobre el carro de la compra, legumbres, tomate, porciones de merluza congelada. La lluvia sobre los cristales de la unidad de cuidados intensivos. La lluvia sobre los cristales progresivos de mi padre, que me llama por teléfono preocupado por mi situación laboral. La lluvia sobre el vendedor que conduce despacio su automóvil. Que sólo piensa en desaparecer, al menos, por un tiempo. Cambiar de ciudad, alquilar un pequeño apartamento. Comprar un teléfono móvil, empezar de nuevo.
(Pablo García Casado)
Dicen que la lluvia nos moja a todos por igual, que cuando llueve es algo inevitable empaparse de agua. Se mojan las personas, las cosas, las calles, las plazas, los edificios ... incluso se mojan el mar y los ríos: allí parece que se cumple eso de que llueve sobre mojado.
Pero lo que es innegable es que también es cierto eso de que nunca llueve a gusto de todos. Necesitamos la lluvia, el agua, para poder vivir, aunque al mismo tiempo nos molesta que se manche el coche que acabamos de lavar, que se nos fastidie el peinado, que los zapatos se embarren. Nos molesta ir con paraguas y que el tráfico sea enervante.
Sin embargo la lluvia es benefactora y hermosa si se la sabe ver. Los reflejos que produce en las luces de la calle, las gotitas que se chocan contra nuestros cristales y que al juntarse se van convirtiendo en minúsculos regueros que resbalan sobre su superficie. Y es muy bonita la imagen que dejan sobre estas hojitas posadas en el capó de un coche.
Besos.
Claro que la lluvia es hermosa, como también lo es la nieve, pero incluso lo hermoso exige para serlo un término medio. Un profesor de Estética decía que, habitualmente, la belleza se encuentra entre lo menudo, popular y cotidiano (lo pintoresco), y esa experiencia realmente grandiosa que tenemos a veces (lo sublime). Pues con los fenómenos naturales ocurre lo mismo: el encanto de las gotas de agua sobre unas hojas, o el resplandor cálido de unos troncos que arden en cualquier chimenea están muy lejos de tornados e incendios devastadores, porque lo equilibrado está hecho a medida del hombre.
Buenas noches .
Totalmente de acuerdo.la lluvia es supernecesaria , pero claro....casi siempre nos molesta .
A unos mas que a otros, eso está claro.
Y para los que nos gusta la fotografia ,buenas fotos se pueden hacer cuando llueve .Las gotas de lluvia como la de tu foto, son una pasada .
Por aqui esperamos la lluvia , pero chica , nada de nada .Bueno, algo si ha llovido ultimamente pero poco.
Yo tampoco podia meterme en fotolog hace un rato,menos mal que ha durado poco el "susto".
la fachada desde luego es bonita y nosotros fuimos casi los primeros sorprendidos.Lo ví en el Periodico y fuimos para ver como era ...lo "malo" son los árboles que tapan algo.
Besos.
Pues si que hace falta agua sobre todo por Extremadura, Murcia, Alicante, Andalucia que estan los embalses casi secos
saludos
A mí no me molesta que caiga lluvia sobre mi coche siempre y cuando sea un buen chaparrón que lo lave jeje Lo malo es cuando caen esas cuatro gotas que sí que lo embarra un poco y es un asco.
Y eso de que todos nos mojamos por igual... tengo un amigo al que no se le moja el pelo jaja O al menos da esa impresión.
A mí la lluvia sinceramente no me gusta. No digo que no sea bonita, de hecho las mayoría de cosas que están hechas con agua o donde hay agua son preciosas. Pero es molesta como ella sola.
Es un engorro, más que nada éso. Cargar con un paraguas un auténtico coñazo jaja y he descubierto que cuando llueve es mejor llevar falta o un vestido con tus buenas botas. Los pantalones, a no ser que los lleves con botas, se te ponen por abajo "pingueando".
¡Hola!
Versaba Borges:
Bruscamente la tarde se ha aclarado
Porque ya cae la lluvia minuciosa.
Cae o cayó. La lluvia es una cosa
Que sin duda sucede en el pasado.
Claro que necesitamos la lluvia. En estas resecas y semidesérticas tierras del sureste peninsular suspiramos por una lluvia que nunca llega y cuando lo hace son aguaceros que inundan y arrastran el terreno fértil. Creo que era yo niño y llovió durante toda una semana. Aquel año los campos se veían exuberantes.
Saludos.
astur_82Ayer a las 23:00
eliocroca2Ayer a las 22:05
gkaneAyer a las 20:48
Joaki-007Ayer a las 19:00
mandarina1981Ayer a las 07:52
