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El efecto de la popularidad de las especies a la hora de desarrollar programas de reintroducción está generando errores estratégicos graves en los programas de conservación, advierte el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Hay especies poco amenazadas con proyectos de reintroducción y otras, cuya situación es muy alarmante, a las que no se dedican apenas esfuerzos debido, en parte, a su falta de popularidad.
La popularidad de una especie puede ser útil para apoyar proyectos para especies muy amenazadas, es lo que ocurre cuando hay sinergia entre la amenaza que sufre la especie y su popularidad, pero cuando los efectos de la popularidad son independientes al grado real de amenaza se produce un fallo estratégico y se termina dedicando esfuerzos desproporcionados a especies no amenazadas o esfuerzos escasos a especies poco conocidas. Respecto a la influencia de la amenaza real y la popularidad en los proyectos de reintroducción de especies los investigadores describen tres escenarios: Cuando existe correlación entre la popularidad de la especie y su grado real de amenaza, mejora el funcionamiento del proyecto. Es el caso del lince ibérico (Lynx pardina). La ausencia de popularidad explica en parte por qué no se trabaja con especies muy amenazadas pero apenas conocidas, como las lagartijas endémicas de montaña del género Iberolacerta o las especies de pequeños peces de río.
(César J. Palacios)
Estos días en los que se habla mucho de biodiversidad, ecología, especies protegidas, surge esta noticia cuanto menos curiosa. Y es que las especies feas o poco populares tienen más papeletas para desaparecer que las guapas y mejor publicitadas. Lo que me hace pensar que es un poco como en la especie humana y la idea esa cruel de que "se mueran los feos", como decía la famosa canción de Los Sirex. Y sobre todo, que lo importante no es sólo ser "guapo" y sobresalir por encima de los demás sino también saber venderlo. Ya lo dicen los diccionarios:
Hay gente muy guapa, por fuera y por dentro, y otra feísima, en lo físico y en lo químico. Ésa que jamás nos apetecería encontrarnos por la calle y a la que la sociedad debería proporcionar una campanilla, como tenían los leprosos antiguos, para advertir de su presencia. En fin, una cuestión estética y, sobre todo, ética.
Buenas noches .
Las fealdades del alma , sin duda alguna , es lo peor de lo peor.Porque la fealdad , en si , bueno...pues quizas "te tire para atras" en un primer momento, pero nada que ver , porque la belleza vá por dentro.
Pero la del alma ...mucho cuidado...mejor ser "feo" por fuera y guapo por dentro mil veces.
Y por desgracia hoy en dia hay tanta fealdad ...que pena de mundo.
La escultura me encanta ....
La previsión para esta semana ,mal está , mal lo pintan en toda España...veremos en que queda .De momento el martes,entra la primavera ...
Besos.
¡Hola!
Me gusta la reflexión que nos dejas hoy. Sin duda el mundo actual se aparta de lo feo. Prefiere no verlo, como si no existiera. Mandamos a los abuelos al asilo, a los muertos al tanatorio y en cuanto a las lagartijas y los peces de río pues nos preocupa poco que se extingan.
Y por eso los cirujanos estéticos se están haciendo de oro (aunque hay quien los arreglos le sientan fatal y quedan más feos de lo que eran). Aunque también hay quien triunfa a pesar de la fealdad. Hay actores que explotan esa faceta o futbolistas que meten goles a pesar de ser bastantes feos (Franck Ribery, Ronaldinho....)
Pero te aseguro que mañana antes de salir a la calle, me miraré en el espejo, no sea que se me olvide peinarme.
Saludos.
angela.70Hace 42 minutos
Joaki-007Hoy a las 15:18
eliocroca2Ayer a las 22:10
corremundosAyer a las 11:04
larocuky18/06/2025