HABLAR BAJITO

Siempre he sospechado que los seres humanos no sabemos, y no podemos, comunicarnos bien. Que el lenguaje no es más que la expresión de esa impotencia a la hora de intentar transmitir pensamientos al resto del mundo. Estoy casi convencida de que para que la comunicación se produzca, aun en términos muy básicos, el primer elemento que hay que aprender es saber escuchar. Aprender a escuchar es mucho más difícil de lo que parece, pero una vez conseguida una cierta habilidad al respecto, lo demás se presenta como un trabajo menos ímprobo.

Por eso, antes de hablar tenemos que respirar hondo y dejar luego que las palabras fluyan con la respiración, de maneral natural y no atropellada. Así debería ser también el tono que utilicemos al hablar, acariciando las palabras con la lengua, en vez de mordiéndolas con los dientes, oxigenando las sílabas. Poseemos lenguas maravillosas, no sólo el español. Hasta para insultar resultan extraordinarias. Pero, incluso para ofender de palabra, es mejor vocalizar correctamente aunque nos estemos acordando de los ancestros de las personas con quienes intentamos comunicarnos. La gente que grita y endurece su entonación no resulta agradable, sino irritante, lo que encamina a sus interlocutores a desconectar del discurso.

(Ángela Vallvey)

Toda la razón del mundo, pero como ella dice muy difícil de conseguir. El problema a veces no somos nosotros sino nuestros interlocutores. Si levantan la voz y chillan es muy difícil que consigamos mantenernos en nuestro tono y timbre habituales. Esto de la voz, como la tontería de la gente que opina de todo, es muy peligroso, porque si no andas con cuidado acaba contagiándose. Se puede decir de todo y haciendo aún más "pupa" con una voz melodiosa y  a bajo tono. Y dejarle más en evidencia.

Como si le hablaras de balcón a balcón como en esta foto de la casa del paso Azul en Lorca. Tan blanquito todo... tan suave en la forma.

Como dijo John Wayne: "Habla en voz baja, habla despacio y no digas demasiado." Dejemos el griterío para las tertulias politicas.

Besos.