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Sí, comemos sin ganas. Es lo que se conoce entre los expertos como ‘ingesta de comida no fisiológica’ y una de las causas que están detrás del incremento del sobrepeso y la obesidad. Se manifiesta de muchas formas y, según la rama que investigue este fenómeno, se le van poniendo otros apellidos: alimentación inconsciente, hambre emocional… Saber qué mecanismos son los que nos llevan a ser el único animal que sigue comiendo después de estar saciado es hoy objeto de debates. Más concretamente, se intenta ver si cuando nos entregamos a la comida sin que medie una necesidad fisiológica es por “una alteración en el mismo sistema de recompensa e identificar qué alimentos serían más adictivos.
Hemos visto que el hecho de comer por placer se da más en hombres, mientras que en las mujeres se ve más un factor emocional: para reducir la ansiedad, el estrés. En cuanto a los alimentos más tentadores: “Azúcar, grasas y sal”. Al parecer, tendemos a comer una gran cantidad de alimentos cuando los tenemos a nuestra disposición. Más aún: de forma inconsciente sale a reducir un ‘hambre atávica’ que nos haría tender a evitar que otros tomen ‘nuestra ración’.
(María Corisco)
Es un hecho evidente que en esta sociedad en la que vivimos, quienes tenemos una vida más o menos asentada, comemos más de lo necesario. Dicho de otro modo, hay muy pocas personas que coman sólo por hambre, dejando al lado a aquellos que realmente carecen de todo.
Se tiende a comer por comer y es verdad que con menos tendríamos más que suficiente. A excepción de la gente que come por gula, hay muchos factores que nos empujan a ingerir comida sin hambre. Uno puede ser el estrés, cuando se come de manera compulsiva por los nervios o por ansiedad y otro por trastornos en la alimentación que rozan el desorden psicológico.
Siempre es un placer comer, pero con medida, porque ya se encargan esos alimentos adictivos, sobre todo el dulce, como el de la foto, de tentarnos a la menor ocasión. En este sentido los comedores tipo buffet se llevan la palma. La de platos que se acaban desperdiciando... total, hambre atávica.
Besos.
Pues a veces ocurre lo contrario, que el placer de comer se va perdiendo con los años, y aunque no deje de disfrutarse comiendo lo que siempre ha gustado más, se sacia uno muy pronto. Pero sí, es cierto que normalmente comemos en exceso, sin ninguna necesidad e incluso por inercia.
Buenas noches .
Esto de los buffets es algo impresionante la gente como llenan los platos y sobre todo de dulces...y muchas veces , parte de esos platos van a la basura .Una pena .
Una pena que haya gente que no sabe coger lo justo que vaya a comer ...se puede repetir ...pues eso.Coge la justo y repite si quieres.
Yo la verdad es que por ejemplo , el tema de los dulces lo tengo bastante controlado...tengo que ir con cuidado...y las comidas igual.
Comemos lo justo sin pasarnos y desde luego ,practicamentre nada de fritos,si salsas ni nada de eso.Hombre...un dia es un dia , claro...
Y el Cava es el Cava ...
Seguimos a la espera ...
Yo como muchas veces por gula, lo admito, pero es que está todo tan rico.
Espero estés bien!!!
Pasa buen domingo!!!
Besos y abrazosss!!!
Una vez leí, que el ser humano en lo que más piensa a lo largo de su vida es en sexo y en comida xD
Así que imagínate. El comer es algo que lo tenemos ahí constantemente en el pensamiento, ya sea por necesidad fisiológica, por placer o por gula. Además, date cuenta que cualquier cosa que se celebra, se celebra comiendo y bebiendo. No concebimos una celebración sin bebida y sin comida. Ya empezaron los antiguos romanos a celebrar dándose esos banquetes tan inmensos... y estamos en el siglo XXI... y la cosa no parece que haya cambiado mucho.
Joaki-007Hace 49 minutos
mandarina1981Hoy a las 07:52
astur_82Ayer a las 23:07
eliocroca2Ayer a las 22:03
angela.69Ayer a las 18:53