¿No creen que a veces los objetos tienen vida propia, personalidad, pulsiones y misteriosas conductas? A ver cómo explico esto antes de que piensen que se me ha ido la chola sin remedio. De niña era fantasiosa y, con cuatro o cinco y hasta siete años, mi mundo lo habitaban tanto personas como objetos y unas y otros me parecían igualmente vivos. En casa había, por ejemplo, sillas cómplices y otras, en cambio, odiosas (sobre todo una con un asiento que picaba mucho); recuerdo también sofás antipáticos en los que jamás me sentaba y alacenas comprensivas a las que podía confesar todas mis penas. Eso por no mencionar mis 'tesoros': piedras de colores cogidas en la playa, una cuña de madera con la forma de una calavera, un trompo viejo y otros talismanes que atesoraba en una caja de zapatos. Con la llegada de la adolescencia, estos y otros enseres queridos fueron convirtiéndose en lo que en realidad eran: simplemente cosas, porque con el revolucionar de las hormonas, ¿a quién le importan las sillas cómplices o las tontas piedras de colores? El único objeto doméstico con el que uno mantiene una relación emocional en esta etapa de la vida es la almohada, paño de lágrimas y receptora de mil secretos.Tengo en casa también ciertos enseres indiscretos, como las cortinas toile de Jouy de mi dormitorio que cuentan más de lo que yo querría. Por el contrario, los hay recalcitrantemente mudos, como un par de caballitos de terracota policromada que nadie se acuerda de dónde salieron y que se niegan contarme su historia.
(Carmen Posadas)
Yo también soy de las que piensa que los objetos tienen una vida tras ellos. No los recién comprados, sino los antiguos, los que andan por nuestras casas desde tiempo atrás, o que hayamos recogido en casa de padres o abuelos. Todos tienen una historia adherida a sus vidas. Dicen que si las paredes de una casa hablaran, de la de cosas que nos enteraríamos, pues igual las cosas en general , aquellas que formaron parte de ese hogar y que llevan la impronta nuestra o de nuestros antepasados. Hay en casa de mi madre un bargueño antiguo, de ciento y pico años que perteneció a mi abuela que es una alhaja y siempre que abría los cajones de su interior me ponía a pensar en la de cosas que se habrían guardado dentro, qué misterios habría escondido.
Eso mismo se puede pensar de estos dos habitáculos que están en la galería baja del claustro del edificio que ahora es el Parador de Cuenca, con sus dos taburetitos iguales. No sé cuál sería su función. Si se os ocurre...la de historias que habrán tenido, la de vidas que habrán visto pasar por delante...
Besos.
Bona nit .
Que preciosidad nos enseñas hoy .Maravilloso.
Bueno hoy como puedes suponer estoy en lo mio .Cosas antiguas y cosas que , al pasar los años nos traen mil recuerdos ..como el secreter que tengo que estaba en casa de mis padres cuando yo era pequeño y siempre pensaba lo mucho que me gustaba y ahora lo tengo yo en casa .
Me dá pena no tener una especie de libreria que tambien estaba en casa de mis padres, con puertas y todo tipo vitrina .
Se la quedó mi hermano ,cosa que me parece muy bien , pero al final no se que fué de dicha libreria pues ultimamente ya no la tenia .
Pues los bici-taxis de Barcelona la verdad es que son un verdadero dolor de cabeza pues entre patinetes,bicicletas ,gente corriendo,patines etc etc ..no hay quien pueda pasear por la zona de las playas por ejemplo.Y si , recuerda mucho las Chinas ...
Por otra parte claro, ellos tienen un trabajo que ahora no tendran ...
Gran Torino..¡¡fantastica , yo soy además super fan de Clint Eastwood,tengo casi todas sus peliculas y las hemos visto varias veces.
Como " Los puentes de Madison"...nunca me cansaré de verla .
Y hoy , como cada año te mando un beso especial en este 4 de Agosto.
Buenas noches .
Un beso.
Yo creo que los habitáculos del convento-Parador de Cuenca forman un confesionario, probablemente situado en el claustro para permitir la "purificación" de los monjes antes o después de pasar a la iglesia desde el mismo. He visto un ejemplar muy parecido en el Claustro de los Reyes del convento de San Esteban de Salamanca, pero no sé si serán algo exclusivo de los conventos dominicos.
Bonita foto
saludos
Por supuesto que hay objetos del hogar que tienen su historia y su vida. La que le damos las personas que hemos ido pasando por delante de ellos a lo largo de generaciones o de los años.
Yo creo que para mí, el objeto que guardaré siempre en mi memoria, es uno que no está en mi casa ni lo ha estado nunca, de hecho ya no existe. Y era un reloj de péndulo que había en casa de mi abuela que era una preciosidad, además, tenía su punto misterioso y tétrico por las noches, porque cuando mis hermanos y yo nos quedábamos a dormir allí, escuchábamos el ruidito que hacía y tal, y daba como que un poco de yuyu. Nos venían a la imaginación mil historias de misterio.. Era uno de estos, no exactamente igual pero para que te hagas una idea. Una joya vaya.
https://images.app.goo.gl/jjDU8Viq1oG94pJm9
Al morir mi abuela (mi abuelo había fallecido años atrás), y al hacer el reparto de los objetos de su casa, se dieron cuenta de que por dentro estaba apulgarado y no había nada que salvar.
Se ve que lo descuidaron bastante. Lo único que se pudo guardar es la maquinaria, pero sin poner en ningún reloj. Supongo que la guardaría mi tío Ángel o no sé dónde estará, porque mi madre ya te digo yo que no la tiene.
Así que ese, ese es el objeto que guardaré en mi memoria como uno de los más preciados de mi vida.
Es que no te puedes imaginar lo que se escuchaban las manecillas al ir moviéndose en el silencio de la noche... Un cuento de esos de Edgar Allan Poe se queda en pañales, te lo digo yo jaja
Joaki-007Hoy a las 07:11
astur_82Hoy a las 00:05
eliocroca2Ayer a las 22:09
angela.69Ayer a las 11:41
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